Mateo Isern y José María Rodríguez, en una reciente reunión del partido en Palma.

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La guerra interna del PP de Palma ha terminado en la Fiscalía, por un posible caso de corrupción en Emaya durante la última legislatura de Joan Fageda.

El presidente de Emaya, Andreu Garau —hombre de confianza de Mateo Isern— decidió el pasado mes de julio llevar a la Fiscalía Anticorrupción la instalación del sistema de recogida neumática en el centro de Ciutat, ya que asegura que detectó irregularidades. Isern respaldó por completo esta decisión.

Los hechos podrían afectar al exalcade Joan Fageda, pero también al presidente del PP de Palma, José María Rodríguez, que en aquella época también estaba en el Ajuntament, y a la responsable de Emaya, la ‘rodriguista’ Maria Crespo. Los papeles se entregaron al fiscal en julio, justo antes de que comenzara a hablarse de primarias en el PP e Isern cayera en desgracia en el partido.

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El primer edil hizo especial hincapié en que «Cort no ha puesto ninguna denuncia contra nadie, sino que ha puesto los hechos en conocimiento de la Fiscalía».

En este punto, argumentó que era un requisito para poder interponer una demanda civil a la instaladora del sistema de recogida neumática (Envac). Emaya contrató al equipo de abogados Garrigues para averiguar por qué se había producido el colapso del sistema, que motivó que la recogida neumática quedase fuera de servicio a los 10 años cuando su vida útil era de 30 años.

El alcalde de Palma cuando ocurrieron los hechos, Joan Fageda, negó este jueves irregularidad de ningún tipo y aseguró que todos los contratos fueron avalados por los técnicos.

En el PP de Palma aseguran que se trata de sospechas sin fundamento alguno, pero no ocultan que, cuando se conoció la actuación de Isern, causó un profundo malestar en el partido.