Vázquez, en la imagen con Simón Pedro Barceló, Inmaculada de Benito, Pedro Cañellas, Carmen Riu, Ferran Porto y Matías Barceló. | M. CARRERAS

TW
15

El presidente de la Federación Empresarial Hotelera de Mallorca (FEHM), Aurelio Vázquez, dejará el cargo a finales de año por motivos profesionales, ya que sus actuales funciones como consejero delegado en el grupo turístico Iberostar, que preside Miguel Fluxá, le impiden dedicarse de lleno a las labores asociativas en la Federación que venía desempeñando desde abril de 2013.

La decisión de Vázquez no ha pillado de sorpresa en el seno de la patronal hotelera, ya que se venía especulando con la misma desde antes del inicio del verano. Lo que ahora ha transcendido es que tal postura va a plantear en el seno de la FEHM una complicada encrucijada, puesto que se baraja un nuevo cambio de estatutos, lo cual puede generar la crítica generalizada de los pequeños y medianos hoteleros, que están viendo como las grandes cadenas están marcando las pautas de la FEHM sin contar con ellos.

Cambio de estatutos

El hecho de que se plantee variar los estatutos viene motivado porque se quiere introducir un cambio sustancial, como es que un profesional no hotelero podrá ocupar la presidencia de la patronal, si así lo decide la asamblea general.

Esta opción es apoyada por grandes cadenas hoteleras, porque consideran que la actual vicepresidente ejecutiva, Inmaculada de Benito, podría ser la futura presidenta, ya que cumple todos los requisitos para ello.

También reconocen las grandes cadenas que este proceso no va a ser «pacífico», de ahí que también se baraja la opción de buscar un empresario que esté dispuesto a optar a la presidencia de la FEHM de forma honorífica y que sea la vicepresidenta ejecutiva la que lleve el peso del día a día, como así sucede en un alto porcentaje en la CAEB. Esta vía no generaría problema alguno al entender de determinados hoteleros de peso de la Isla.

La patronal deberá tomar una decisión en septiembre y octubre para decantarse por una u otra estrategia, con el fin de evitar que se produzca una división interna.