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La Federación de Servicios de UGT (FSP-UGT) ha acusado a la dirección de Emaya de lanzar una «campaña de intoxicación y mentiras para culpabilizar a sus trabajadores de los problemas existentes en la recogida de basuras y limpieza de las calles de Palma».

La organización sindical ha mantenido que «la última campaña de desprestigio de Emaya contra sus trabajadores ha comenzado en la tregua alcanzada por ambas partes para negociar, tras la retirada, por parte de la empresa, de la demanda sobre la ilegalidad de la última huelga que finalmente fue desconvocada por los sindicatos», según un comunicado emitido por UGT.

Asimismo, han denunciado que «se pretenden atribuir los problemas de limpieza de Ciutat a una huelga de celo y a un incremento exagerado del absentismo laboral» y han explicado que para UGT de Emaya, esta situación se debe a que la dirección «ha deteriorado conscientemente los servicios retirando personal, impidiendo que puedan acabarse los sectores de manera habitual y suprimiendo servicios de mecánicos».

El sindicato en Emaya ha señalado que «es incierto que en el turno de noche del 23 de junio faltaran a su puesto de trabajo 70 empleados de la empresa municipal».

En este sentido, UGT ha explicado que «de las 22.45 horas del pasado miércoles a las 6.15 horas del jueves trabajaron 32 operarios de un total de 75, 9 estaban de baja médica y el resto tenían vacaciones y días libres autorizadas».

Además, según el sindicato «se ha reducido la periodicidad de las rutas de limpieza, priorizando el centro y las zonas turísticas en detrimento de las barriadas, una discriminación que motivó la convocatoria de la pasada huelga».

«POCA COHERENCIA»

El sindicado ha acusado de «poca coherencia» a la dirección de la empresa «al negar los recortes en la limpieza de Palma y considerar, en el Tamib, innecesarios los refuerzos para después intentar imponer la figura de peón barato».

Asimismo, UGT en Emaya ha considerado que la empresa está «incumpliendo flagrantemente» el proceso negociador abierto hasta el 30 de septiembre, al que la propia dirección se comprometió en sede judicial.

Finalmente, el sindicato ha indicado que se «ha constatado judicialmente que la empresa es quien acosa a los trabajadores y crea un mal clima laboral, por lo que la actual campaña de desprestigio contra los trabajadores que está impulsando la Dirección conllevaría en cualquier empresa el relevo de sus directivos por irresponsabilidad y mala fe».