TW
18

La propuesta de reducir diputados en el Parlament tiene consecuencias políticas, más allá del ahorro económico de 11 millones por legislatura que defiende el president José Ramón Bauzá. Un Parlament con menos diputados refuerza a los gruesos mayoritarios y podría provocar cambios en los resultados electorales.

De hecho, si el Parlament hubiera tenido 43 diputados en lugar de 59, en dos legislaturas habría habido cambios muy importantes. En la de 1995, el PP mantendría la mayoría absoluta en el Parlament, pero el cambio sustancial se habría dado en el Consell de Mallorca. El PP habría conseguido 13 de los 24 diputados, es decir, la mayoría absoluta.

Primer Pacte

Eso significa que no se habría llegado a constituir el primer Pacte de Progrés, con Maria Antònia Munar (UM) como presidenta, con Francesc Triay (PSIB) y Pere Sampol (PSM) como vicepresidentes. El Pacte desbancó al PP del gobierno insular y permitió además que sus políticas se comparasen con las del Govern. Hay que recordar además, que en esa legislatura Balears tuvo tres presidents del Govern: tras las dimisiones de Gabriel Cañellas y de Cristòfol Soler ocupó el cargo Jaume Matas.

Y el segundo cambio importante que provocará la reducción de diputados afecta, precisamente, a Jaume Matas. En el año 2007, el PP habría conseguido mayoría absoluta con 22 diputado. Muy probablemente Matas habría seguido siendo presidente del Govern y, más probablemente aún, no se ha habría destapado ninguno de los casos de corrupción que saltaron en aquella legislatura.

Francesc Antich no habría sido president del Govern en el segundo Pacte de Progrés y tal vez tampoco lo sería ahora José Ramón Bauzá y quien seguiría en el Govern sería Jaume Matas, aunque eso ya son meras especulaciones políticas.

Más allá de los trascendentales cambios que habría provocado la reducción de diputados, la realidad es que con una disminución del número de representantes parlamentarios, se necesitarán más votos para conseguir un diputado en el Parlament. Esto es un nuevo obstáculo para los partidos minoritarios, quien aún lo tendrían más complicado para acceder a la Cámara.