Imagen de archivo del campus de la Universitat balear. | Pere Bota

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Los exvicerrectores de la Universitat balear también perciben un plus vitalicio tras haber ocupado este cargo en el gobierno universitario durante dos años continuados, o tres interrumpidos (aunque el Govern balear está tramitando un proyecto de ley para aumentar el tiempo preciso que podría entrar en vigor en 2015). Así, los exvicerrectores disfrutan de la misma ventaja que todos aquellos funcionarios que acceden a un alto cargo político, que de esta forma se saltan de un solo paso muchos de los escalafones por los que debe pasar el común de sus colegas para promocionar dentro de la

Administración pública

Esta consolidación del llamado nivel 33 –que en realidad no existe, pues el máximo es el nivel 30– es una ventaja de la que en estos momentos disfrutan entre 50 y 60 personas de la Universitat, la mayoría de ellos exvicerrectores que han ejercido a lo largo de diversos mandatos y algunos funcionarios de la Universitat de les Illes Balears que han ocupado un cargo como director general del Ejecutivo autonómico.

Caso único

La concesión de este plus a los exvicerrectores es un caso único en las universidades públicas españolas, pues no sucede en ninguna otra.

Fuera del ámbito universitario, pueden beneficiarse de este complemento aquellos funcionarios que hayan desempeñado el cargo de presidente del Govern, vicepresidente o conseller; director general, secretario general de una conselleria, presidente o gerente de las empresas públicas o de los consorcios con participación mayoritaria del Govern o de los consells; presidente, vicepresidente, conseller ejecutivo o secretario técnico de los consells, así como director insular. También los alcaldes que han tenido dedicación exclusiva y son funcionarios de carrera.


La consolidación por la vía rápida del complemento de destino se aplica en Balears aproximadamente desde los años 90, pero fue ampliada y regulada con detalle por una ley aprobada por el Govern de Jaume Matas en el año 2007.