Todos los arcos exteriores de los molinos serán cerrados ahora con estructura de ladrillo.

TW
0

Los molinos abandonados del Jonquet quedarán completamente blindados para su acceso desde el exterior, según las medidas cautelares adoptadas ayer por Cort en su comisión de Urbanismo. Los arcos exteriores serán enladrillados, los límites exteriores subirán más de un metro en altura y se retirarán los elementos que aún quedan de la pérgola exterior, en este último caso «por cuestiones de estética».

El teniente de alcalde de Urbanismo y Vivienda, Jesús Valls, explicó ayer en una visita a los molinos, al término de la limpieza que durante una semana han llevado a cabo empleados de Emaya, que «en diferentes ocasiones nos hemos visto obligados a dictar medidas cautelares como la limpieza parcial del interior y apuntalamientos preventivos en algunas vigas, pero tras esta limpieza integral consideramos que es necesario aislar el edificio para evitar que nadie entre y, al mismo tiempo, asegurar su solidez para evitar un futuro colapso de la estructura».

Según Valls, los técnicos del Ajuntament no han detectado problemas en la estructura de los edificios que puedan hacer pensar en peligros de derrumbe, «pero el hecho de que no exista un plazo cierto para una intervención regeneradora por parte de sus actuales propietarios u otros futuros, aconseja estas cautelas».

El responsable municipal de Urbanismo se refería con ello a la tramitación en curso del plan de reforma interior del Jonquet, «para el que Cort va a pedir la ayuda del Consell a través de la Comisión de Patrimonio y del Govern por medio de la Comisión de Medio Ambiente con la finalidad de que puedan dar prioridad a la tramitación de este planeamiento».

De momento las tareas de limpieza que ha llevado a cabo Cort en el interior de los molinos y las de cerramiento de la edificación constituirán una factura cercana a los 30.000 euros, que les será girada a los propietarios en cuento concluyan las obras.

También detalló ayer Valls que las labores de limpieza de los molinos concluyeron esta vez con la retirada de 36.045 kilos de basura y 6.660 kilos de otros tipos de residuos sólidos que tuvieron que ser enviados a reciclaje.