Protesta de los afectados por las preferentes ante el Consolat de Mar. | Michel's

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La Audiencia condena a una entidad bancaria a devolver a un cliente 148.000 euros que éste perdió después de invertirlos en un producto de alto riesgo más tóxico que las participaciones preferentes. El banco Urquijo ofreció a este cliente la posibilidad de comprar unos bonos estructurados. Según el comprador le dijeron que el dinero estaba garantizado y que podía obtener un rendimiento de hasta un 22 %. La realidad fue que la compra se produjo en 2007 y en cuatro años el cliente perdió un 99 por ciento de lo que había invertido y apenas recuperó 1.500 euros de los 150.000 que había invertido.

La sentencia respalda los argumentos del demandante y de su letrado, Pedro Morata. Así, señala que el cliente «no recibió una información clara, correcta, precisa y suficiente sobre las características del producto ofertado y más en concreto que el producto era de alto riesgo». Así, la Sección Quinta de la Audiencia indica que ni siquiera consta el folleto informativo que se aportó y que ni siquiera el cliente firmó una segunda orden de compra de este producto. De hecho, el propio director de la sucursal que vendió el producto reconoció que le dijo al cliente que se podía perder la inversión pero que en esa época no se esperaban pérdidas.

El perfil del cliente no fue analizado por la entidad y sobre la actuación de éste, la sentencia señala: «No pude atribuirse el desconocimiento del producto que adquirió a su conducta negligente sino a la falta de la preceptiva información por parte de la entidad bancaria al momento de suscribir la orden de compra, al facilitarle una información, si no errónea, al menos incompleta».

Un juzgado de Primera Instancia de Palma ya dio la razón íntegramente al cliente. El banco recurrió a la Audiencia que ratifica todos los pronunciamientos de la sentencia, por lo que la entidad tendrá que devolver esa cantidad más los intereses desde el año 2007.