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La vivienda de segunda mano en Baleares tiene un precio medio de 2.094 euros por metro cuadrado en el mes de noviembre, lo que supone un descenso del 3,86 por ciento frente al mes de octubre, lo que arroja la bajada más marcada a nivel nacional, según el informe mensual de precios de venta de www.pisos.com.

A nivel interanual, la bajada es del 4,86 por ciento, ya que el precio por metro cuadrado en noviembre de 2012 fue de 2.201 euros, lo que supone el segundo ajuste regional menos significativo.

Así, Baleares se sitúa como la tercera autonomía con el precio del metro cuadrado más caro, por detrás de País Vasco (3.207 euros el metro cuadrado) y Madrid (2.200 euros el metro cuadrado). En el ámbito provincial, Baleares ocupa el sexto lugar entre las más caras.

Por su parte, la ciudad de Palma de Mallorca registra un descenso frente a octubre de 2013 del 1,05 por ciento, mientras que respecto al mismo mes del ejercicio anterior ha sufrido una caída del 6,93 por ciento.

Con 1.980 euros por metro cuadrado en noviembre de 2013, Palma de Mallorca es la decimocuarta capital de provincia más cara, por detrás de Donostia-San Sebastián (4.398 euros el metro cuadrado) y Bilbao (3.322 euros el metro cuadrado), entre otras.

DATOS NACIONALES

En cuanto a la vivienda de segunda mano en España, en noviembre de 2013 ha registrado un precio medio de 1.713 euros por metro cuadrado, lo que supone un descenso interanual del 9,73 por ciento. La bajada frente al mes de octubre de 2013 es del 0,54 por ciento.

El mercado de la vivienda continúa presionado por la situación económica a nivel general. En este sentido, el director general de pisos.com, Miguel Angel Alemany, apunta que el dato de los precios no debe analizarse de forma aislada. Así, indica que «la pérdida de empleo y la falta de financiación han hecho que la demanda decida dilatar su decisión de compra, aspecto que resulta notable al recurrir a las estadísticas que miden las hipotecas y las compraventas».

Para Alemany, la evolución de los precios de cara a 2014 presenta un panorama en el que los ajustes serán menos intensos, pero seguirán marcando la pauta, aunque tampoco se prevén subidas intensas en zonas más atractivas, sino un estancamiento: «Hay localizaciones donde la oferta ya resulta interesante para una demanda que lleva meses seleccionando y tomando posiciones», ha destacado.