Proceso de instalación del primer cable eléctrico de conexión con la Península, en enero de 2011. | FOTO: PERE BOTA

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Los sindicatos UGT y CCOO cuestionan el proyecto de instalación de un segundo cable eléctrico entre Balears y la Península, afirmando que el actual sistema eléctrico es más que suficiente para satisfacer la demanda de energía en Balears.

Ambos sindicatos han remitido escritos a los partidos políticos, así como al conseller d’Economia i Competitivitat, Joaquín García, en el que manifiestan su oposición y critican la inversión elevada que supondrá este nuevo cable eléctrico, 1.080 millones de euros, así como los argumentos del Ministerio de Industria para justificar esta elevada inversión.

Oposición

Tanto UGT como CCOO piden al Govern la creación de una mesa conjunta de debate, así como la elaboración de los pertinentes análisis técnico-económicos del nuevo cable eléctrico y una evaluación objetiva de las consecuencias negativas «que la nueva orden ministerial podría tener con respecto al empleo, al desarrollo territorial y a la garantía en la calidad del suministro», puntualizan.

Asimismo, critican las intenciones del Ministerio de Industria, «porque ignora las importantes inversiones realizadas en instalaciones gasistas en Balears, que quedarían en desuso, o con una utilización muy reducida, con un nuevo enlace. El gasoducto supuso una inversión de 500 millones y los ciclos combinados de Cas Tresorer y Son Reuus unos 850 millones de euros», señala UGT.

El impacto del segundo cable, según los mismo sindicatos, también afectará al tema laboral, «porque la repercusión negativa sobre el empleo no solamente afectará al trabajo directo en las empresas de generación, sino también al indirecto».