Así lo explican desde el propio hospital en su memoria de 2012 argumentando que «las restricciones presupuestarias han ocasionado una disminución aproximada de los ingresos del 8 %, debido al plan de contención aplicado por la dirección para garantizar la viabilidad del centro en esta etapa de bajada asistencial». Esta situación está vinculada, a su vez, a las restricciones en la derivación de pacientes impuestas el año pasado por el IB-Salut.
«La política de racionalización de gastos y de uso eficiente de los recursos, han posibilitado alcanzar el equilibrio de las cuentas de resultados» indican desde la dirección del centro, a pesar del «incremento de los gastos financieros ocasionados por los retrasos en los cobros del principal garante del hospital -el IB-Salut- en el primer semestre del año».
La facturación asistencial del hospital fue el año pasado de 19,11 millones de euros frente a los 20,62 de 2011 y los 20,60 del año anterior. A pesar de la disminución global de la actividad, debido a las directrices recibidas por el IB-Salut y a las obras de remodelación del antiguo edificio, el hospital contó con 1.606 ingresos y 285.508 técnicas de rehabilitación, manteniéndose como centro de referencia en el ámbito de sus especialidades.
Además también se registraron 5.111 estancias en el hospital de día; 12.338 radiologías convencionales; 2.361 ecografrías y 5.010 electromiocardiogramas.
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