Palma local limpieza en Corea fotos Teresa Ayuga

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El presidente de Emaya, Andreu Garau, amenaza con externalizar la limpieza de Palma los días festivos o incluso dejar de realizarla si los sindicatos no aceptan que los trabajadores cobren 150 euros por día no laboral trabajado en lugar de 240 euros como ha determinado una sentencia firme. Garau aseguró que la ciudad no se puede permitir pagar 240 euros por festivo trabajado y señaló que en septiembre intensificarán las negociaciones con los sindicatos, que según él ya se han iniciado. El presidente de Emaya destacó que la aplicación de esta sentencia tiene un coste de 1 millón de euros al año y asegura que no es viable: «ni un cirujano cobra 240 euros por trabajar un festivo», sentenció.

Nocturnidad

Este no es el único frente que tiene el presidente de Emaya con los sindicatos. Así, el comité de empresa se personó ayer en Cort para que el alcalde Mateo Isern les explique cómo les va a afectar la tecnificación de la empresa, ya que aseguran que lo que les ha dicho el gerente de Emaya, Pedro Campaner, se contradice con las declaraciones realizadas por Garau. La secretaria del alcalde les pidió que envíen por escrito los motivos de la reunión y el alcalde los recibirá. El presidente de Emaya negó que existan contradicciones y concretó que la tecnificación de la empresa supondrá prescindir de un 15 % del turno de limpieza de noche (15 trabajadores). Garau aseguró que no habrá despidos y que estas personas realizarán otras funciones y cubrirán jubilaciones. «No vamos a pagar un 32 % más del turno de nocturnidad a personas que no es necesario que trabajen de noche. No soy un títere político ni voy a plegarme a las amenazadas sindicales», advirtió.

Por su parte, la oposición exigió al alcalde que dialogue con los trabajadores de Emaya y les aclara su futuro. PSOE y Més también coincidieron en criticar las «fuertes medidas de seguridad» que se adoptaron ante la presencia de seis miembros del comité de empresa: había dos furgones de la unidad de intervención inmediata de la policía local en la puerta de Cort y los miembros del comité de empresa «fueron escoltados» por agentes de la policía por el interior de Cort y acompañados hasta la puerta de los grupos municipales.