Vertido ilegal identificado por controladores medioambientales de Cort en el polígono de Can Valero.

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Un ciudadano a título particular y dos empresas han sido sancionadas por el Ajuntament como responsables de verter residuos el mes pasado en distintas zonas de Palma, lo que de confirmarse en trámite administrativo supondrá multas de entre 300 y 1.800 euros. Fuentes municipales señalaron ayer que «no se trata tanto de las sanciones como del mensaje de que en la medida de lo posible hay más vigilancia y menos posibilidades de impunidad».

Los efectivos del Servicio de Control Medioambiental del Ajuntament - que cuenta con 14 efectivos- han elevado tres nuevos expedientes sancionadores por faltas graves o muy graves contra las ordenanzas municipales en materia medioambiental, que se suman a las dos incoadas en mayo por idéntico motivo.

Los casos más recientes se refieren a la identificación del autor del abandono de restos de varias embarcaciones desguazadas en un solar próximo al campo de golf de Puntiró, quien admitió su responsabilidad y se hace acreedor a una multa que oscila entre los 300 y los 900 euros.

Los controladores también levantaron expediente sancionador por falta grave a una empresa que admitió ser propietaria de un vertido de escombros sobre una acera del polígono de Can Valero, que provenían de unos trabajos de reforma acometidos en su sede social.

Con propuesta de falta muy grave se tramita asimismo sanción a una empresa que dejó en plena vía pública gran cantidad de cartuchos de tinta y tóner de fotocopiadoras e impresoras, un residuo considerado como altamente contaminante y cuyo tratamiento precisa según la normativa vigente de su entrega a un gestor autorizado para su tratamiento. En este caso la sanción máxima puede llegar a los 1.800 euros.

El pasado mes de mayo la identificación del origen de residuos vertidos de manera irregular se debió a la intervención de agentes medioambientales de EMAYA y de agentes de la Policía Local, y las zonas afectadas fueron Sa Taulera y el Camí de Gènova, enclaves de gran amplitud física donde los autores de la irregularidad «se creen impunes», según las citadas fuentes municipales».