Antoni Pastor, en una imagen de archivo. | Joan Torres

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El Govern tensó al máximo el último pleno ordinario del Parlament que se celebró ayer. Por un lado, la consellera Núria Riera, que también es portavoz del Ejecutivo, llamó tres veces consecutivas «tránsfuga» al diputado no adscrito Antoni Pastor y le pidió que dejara el escaño. Por otro, la titular d’Eduació, Joana Maria Camps, insistió en un argumento que molesta especialmente a la oposición: afirmó que el profesorado ‘adoctrina’ en las escuelas de Balears y llegó a decir que «los niños tienen miedo a manifestar sus ideas por temor a suspender».

Aplausos del PP y protestas del PSIB y Més compitieron por hacerse oír tras esta respuesta que tendrá consecuencias entre el profesorado, según advirtieron ayer desde los escaños de la izquierda. La totalidad de representantes de Més habían acudido a la Cámara con la camiseta verde que simboliza las protestas contra los recortes en el mundo de la Educación.

El Parlament celebró ayer su último pleno pero las comisiones se seguirán reuniendo hasta el próximo viernes y hoy se decidirá sobre las primeras peticiones de plenos extraordinarios.

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Crítica a Durán

El momento más álgido de la sesión de ayer llegó con la cuarta pregunta, una de Antoni Pastor a Núria Riera para que aclarara la posición oficial del Ejecutivo sobre los ayuntamientos que mantienen el catalán como requisito. A Riera no le gustó que Pastor se erigiera en portavoz de otros colectivos y le llamó «tránsfuga». Luego le pidió que renunciara al escaño. Nadie en el PP, ni siquiera Bauzá (con quien el diputado no adscrito está claramente enemistado) había sido tan preciso.

Pastor, fuera del pleno, dijo que continuará expresando su opinión. «No me harán callar, aunque lo hayan intentado», afirmó. Pastor también criticó la «falta de pluralidad» de la presidenta de la Cámara, Margalida Durán, porque no le permitió responder a lo que, primero, consideró «un insulto» y, luego, una «bajeza».