Los cigarrillos electrónicos son recargables y hay más de 50 sabores disponibles.

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Dejar de fumar es ahora más fácil y, además, está de moda. Los cigarrillos electrónicos marcan tendencia y en Palma existen ya más de treinta tiendas que los venden. La primera abrió sus puertas hace poco más de un año, aunque el boom es más reciente, ya que la gente empieza a conocer ahora el producto y ha aumentado la demanda.

Los nuevos artilugios han tenido buena acogida entre los fumadores ya son muchos los que corroboran su efectividad para dejar de fumar. Desde la tienda La Central, que abrió sus puertas hace aproximadamente un mes, indican que «un 70 % de los fumadores que han probado el cigarrillo ha conseguido dejar el tabaco». Sin embargo, existen todavía muchos ciudadanos escépticos con el cigarrillo electrónico.

Sin duda, uno de los motivos del éxito de este cigarrillo es el precio ya que, a final de mes, sale más costosa la cajetilla diaria de tabaco. El precio del paquete oscila entre los 30 y los 100 euros aproximadamente, y comprende el cigarrillo electrónico con la batería incorporada, además de una recarga del liquido que se desee. Asimismo, también hay paquetes que incluyen una funda y un estuche para el cigarrillo.

Nicotina

El líquido recargable se vende en botes de 10 mililitros y tiene un coste de unos 6 euros. Los hay de más de 50 sabores y también varía el nivel de nicotina, que oscila entre los 0 y 18 miligramos. Cada bote equivale a un cartón de tabaco, en función de la cantidad de cigarrillos que fume cada persona. La mayoría de personas que han probado el cigarro electrónico han bajado el nivel de nicotina de forma paulatina. Incluso hay algunas personas que adquieren los botes sin nicotina, sólo para pasar el 'mono' momentáneo de fumar.

Otro coste del cigarrillo electrónico es el mantenimiento, que es de cuatro euros al mes. En global, una vez adquirido el paquete, el coste mensual es de unos 30 euros, teniendo en cuenta el mantenimiento y las recargas. En cambio, una cajetilla de tabaco a diario tiene un coste medio de 126 euros al mes. Este es, sin duda, uno de los factores que impulsan a los fumadores a comprar el cigarrillo electrónico.

Por otra parte, los usuarios de este cigarrillo pueden usarlo en lugares cerrados, ya que sólo echa vapor. Así, ya no es necesario salir de los bares o las discotecas para poder fumar.

Baltasar González, uno de los responsables de La Central, explicó que con un sólo mes de apertura de su tienda, la mayoría de clientes «están satisfechos», por lo que «no les importa adquirir un producto de mayor categoría al probar su eficiencia». Prueba de ello es que muchos usuarios acuden de nuevo a la tienda para adquirir recargas.

Las tiendas que comercializan estos cigarrillos están en auge en esos momentos. Sin embargo, los propietarios y vendedores no pueden valorar por ahora si el éxito de este boom tiene los días contados o se prolongará en el tiempo.