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La dirección de la Empresa Municipal de Aguas y Alcantarillado de Palma (Emaya) así como el comité de empresa del área de Medio Ambiente han negado las acusaciones de discriminación «vertidas de forma aislada por un miembro de UGT».

La empresa pública ha señalado en un comunicado que desconoce el contenido de la querella presentada por un trabajador y miembro de UGT junto con el secretario de la Federación de Servicios Públicos de UGT, Aurelio Martínez, pero han remarcado que se trata de «una acción aislada de un miembro de la sección sindical de UGT» y no del comité de empresa.

La dirección de Emaya ha señalado que respondió a un escrito presentado por el citado trabajador y en el que aludía a supuestas irregularidades en el reparto de trabajo en domingos, festivos y horas extra, el pasado mes de abril.

En dicha respuesta, la empresa aportaba «datos objetivos que desmentían las supuestos tratos de favor» a los que se hacía referencia.

Emaya le instó además a facilitar «datos concretos» sobre sus reclamaciones a fin de poder estudiarlas y erradicar las supuestas discriminaciones, pero no respondió a esa solicitud.

La empresa municipal ha recordado que el pasado 11 de abril, ese trabajador, como miembro del comité de empresa en representación de UGT, asistió a la firma de un acuerdo en el Tribunal de Arbitraje y Mediación de Baleares (TAMIB), entre la dirección y el comité de empresa.

En dicho acuerdo se pactó una batería de acciones orientadas a la prevención, y en su caso, erradicación de cualquier comportamiento discriminatorio y de acoso.

La primera de las acciones acordadas consistía en la realización de evaluaciones de riesgos psicosociales, marcadas como prioridad por los delegados de prevención.

La dirección, a pesar de no haber recibido ninguna indicación de la parte social, ha iniciado ya dichas evaluaciones de riegos psicosociales con el fin de detectar cualquier situación anómala.

En el citado acuerdo ante el TAMIB, ambas partes se comprometieron a iniciar una nueva etapa en sus relaciones, amparadas en la buena fe y el deber de respeto mutuo.

La dirección entiende que UGT, con la difusión de la querella entre la plantilla de Emaya antes de su admisión a trámite, ha roto el compromiso adquirido en el TAMIB a la vez que ha fomentado el enrarecimiento del clima laboral en la empresa.

Los responsables de la empresa de aguas han manifestado su confianza en que esa querella sea «un hecho aislado y una actuación puntual e individual que no perjudique el buen clima de entendimiento que actualmente impera en Emaya».