Fotografía de la recepción al presidente de México, Felipe Calderón, y su esposa, en La Zarzuela aportada por Diego Torres.

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Diego Torres, exsocio de Iñaki Urdangarin en el Instituto Nóos, remitió ayer al juez instructor de la causa, José Castro, nuevas fotografías y documentación supuestamente comprometedoras para los duques de Palma, Iñaki Urdangarin y la infanta Cristina de Borbón y Grecia.

Según Manuel González Peeters, abogado de Torres, Urdangarin gestionó negocios millonarios y de la más variada índole con el presidente de México, Felipe Calderón, en una visita oficial que éste realizó a España en junio de 2008. El contacto para acceder al primer mandatario mexicano era su 'hombre de confianza' Juan Camilo Mouriño, según informa al yerno del Rey una ejecutiva que le alecciona sobre los pasos que debe dar para tener acceso a grandes proyectos en México.

¿Coincidencia?

Al almuerzo celebrado en La Zarzuela en honor de Calderón y de su esposa, Margarita Zavala, asistieron los Reyes de España, los príncipes de Asturias y los duques de Palma. Sobre la presencia de Urdangarin y su esposa Torres dice al juez: «Seguro que es una coincidencia, o no?».

En la nueva documentación, Torres recuerda que si la Infanta había dimitido como vocal de Nóos el 20 de marzo de 2006, entonces ¿qué hacía en un acto celebrado el 1 de enero de 2007 en Un mundo mejor para Joana?, se pregunta, en alusión a su tesis de que la esposa de Urdangarin mantenía su vinculación con Nóos. Añade que el yerno del Rey realizó las primeras gestiones con el mundo de los negocios mexicano el 7 de marzo de 2008, mucho después de que el Monarca le instase a que abandonara Nóos, a través de un documento titulado «Oportunidades de negocio en México».

Poco después, el 26 de febrero recibe una carta en la que le informan que «la puerta de entrada» a proyectos millonarios de agua pública, desarrollos turísticos y energía eólica en el país centroamericano sería «el mismo presidente de México, Felipe Calderón». En esa misiva remitida por Torres al juez Castro, se menciona una veintena de posibles contactos, todos ellos de alto nivel.

La remitente, arquitecta de profesión, le escribe al marido de la Infanta, la siguiente posdata: «Te pido igual discreción en el manejo de la información del primer párrafo de este documento (en el que se menciona la mandatario mexicano) y cuenta conmigo en relación a la confidencialidad de la información. Sería conveniente conocer al grupo de inversionistas que mencionas y detalles más específicos de su búsqueda ya que yo me concentré en grandes proyectos».