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Las reacciones a la imputación de la infanta Cristina marcaron ayer la agenda política, tanto en Balears como en el resto del Estado.

El mayor interés de la jornada estaba en el acto de entrega de despachos a 231 jueces que se incorporan a la carrera judicial y que presidió el príncipe Felipe.

En este acto, el príncipe Felipe destacó la trascendencia de la Justicia «en momentos complejos, como los actuales». Además, animó a los jueces a ejercer sus funciones con «prudencia y fortaleza», tras recordar que los miembros del poder judicial son «merecedores de la máxima confianza».

El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García Margallo, aludió a la «enorme preocupación» del Gobierno ante cuestiones que afecten a la Monarquía como la imputación de la infanta Cristina, y reclamó que este asunto «se sustancie con rapidez» porque no beneficia a la «marca España».

Rajoy, cauto

Al ser preguntado si hay preocupación en el Gobierno, señaló que «cualquier cosa que afecte a una institución que ha sido capital en la transición española y que es capital para el prestigio de España en el exterior, causa una enorme preocupación».

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, también habló. Expresó su respeto, tanto a la decisión de imputar como al recurso de la Fiscalía. Preguntado si estaba preocupado por esa imputación, subrayó no se trata de un problema de estado de ánimo, sino de respeto a todas las decisiones que puedan tomar los órganos judiciales.

La imputación de la infanta Cristina también tuvo eco en Balears, todo cuando Més presentó en el Parlament una proposición no de ley para instar «al Gobierno del Estado y a la Casa Real» a realizar las gestiones necesarias para retirar el ducado de Palma a la infanta Cristina. Tras presentar la propuesta, la diputada Fina Santiago, comentó algo que luego fue criticado por el PP. Dijo que le parecía que las intenciones del juez Castro «tendrán dificultades reales en minúscula y mayúscula, para continuar».

Margalida Prohens (PP) criticó el tono de Santiago y recordó que ayer declaraba como imputada Joana Lluïsa Mascaró. En relación a la propuesta parlamentaria de Més, el socialista Vicenç Thomàs, aseguró que su partido «será coherente». Hace uno días votó retirar el ducado a Urdangarin.

Elena Valenciano (PSOE) pidió a la Casa Real que se mantuviera al margen.