En el primer desfile penitencial de Semana Santa participaron todas las cofradías acompañadas de bandas juveniles y agrupaciones musicales | P. Pellicer

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La salida puntual del primer desfile penitencial de la Semana Santa 2013 congregó ayer a numeroso público en su recorrido desde la iglesia de Sant Jaume, Rei Joan Carles I, Born, Sant Feliu, Sant Gaietà, Jaume III, Sant Sepulcre, Bonaire y Concepció.

La Sección Montada de la Policía Local abrió procesión seguida de los Tamborers de la Sala y los integrantes de las 34 cofradías de penitentes de Palma, además de las de Pòrtol y s’Arenal que portaron palmas, ramos de olivo y la de Santiago, varas de olivo.

Los pasos

Como es ya tradición en primer lugar procesionó el paso de Jesús camino de Getsemaní, con la cofradía de Santa Mónica, acompañado por la banda de música. A su paso por la casa natal del fundador, Sebastián Gili en la calle Sant Gaietà, donde se encontraban las monjas, realizaron una parada par interpretar un pieza. El segundo fue el de Jesús del Buen Perdón, junto a sus cofrades, notándose un incremento en sus filas respecto al año anterior. El paso de Nuestra Señora de Gracia procesionó junto a los miembros de la Antiquísima Cofradía Cruz de Calatrava, en la que participó la pequeña Paula Serra, quinta generación de esta familia.

La procesión contó con un buen número de monaguillos que disfrutaron repartiendo confites y piruletas a los niños. Los cofrades de El Silencio de Montesión contaron una vez más con un monaguillo cada uno acompañándoles.

El desfile, a medida que avanzaba resultó fluido, sin a penas cortes, oyéndose también aplausos para las agrupaciones musicales, como el caso de La Paz en su acompañamiento a la cofradía Jesús del Buen Perdón. La cofradía Nuestra Señora del Socorro repartió estampas de su titular, así como los pequeños de Santa Mónica.
Entre las cofradías con mayor número de cofrades estuvieron Santa Mónica, La Salle, Cruzada del Amor Divino, Cinco Llagas, La Dolorosa, La Asunción, y La Agonía. No faltó la de los Cartujos que este año celebra su 75 aniversario.

La cofradía de Santiago cerró la procesión en la que participaron muchos niños vestidos de peregrinos, siguiéndoles luego todos los cofrades. Detrás del paso La Entrada de Jesús en Jerusalén, acompañándolo estuvieron el presidente Xisco Valls; el clero, damas de la Asociación de Vecinos junto a su presidenta, Toya de la Vega, y la Banda Municipal de Música.