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Los sindicatos UGT y CC.OO., con representación en Orizonia, han tachado de «desastrosa» la gestión de del grupo turístico al que exigido un compromiso para agilizar lo «máximo posible» los trámites del ERE, que afectará a unos 4.000 trabajadores, así como garantías para el abono de las nóminas de febrero y el cierre inmediato de todas las oficinas de Vibo.

La dirección de Orizonia, que se reunió este miércoles con los representantes de los trabajadores y un abogado en representación del fondo Carlyle (propietario de la compañía), les ha comunicado el preacuerdo alcanzado anoche con Barceló.

El acuerdo contempla la compra por parte de Barceló de Orbest Portugal, filial de la aerolínea en el país luso, que cuenta con una plantilla aproximada de 180 trabajadores, y con 155 oficinas de Vibo, que emplean a 350 trabajadores, así como extender ofertas adicionales de empleo a unos 350 trabajadores.

El principio de acuerdo entre Barceló y Orizonia supondría salvar unos 880 empleos, de los 5.000 trabajadores que el grupo turístico tiene en plantilla, a los que habría que descontar los 700 de su división hotelera, que se integrará en Globalia, es decir el 31,6% de la plantilla.

Los sindicatos, que ven «positiva» cualquier negociación que implique «mantenimiento del empleo», han trasladado a la dirección que «la prioridad absoluta» son los trabajadores que «van a perder su empleo de manera inminente».

Peticiones de los trabajadores

Por ello, han exigido que se dé agilidad a los trámites del ERE, que la empresa presentará la próxima semana, a lo que los representantes de la empresa han reiterado que esto corresponde a los propietarios del grupo, en este caso del fondo Carlyle.

Los sindicatos también han pedido a Orizonia que garantice el abono de la nómina del mes de febrero, a lo que la compañía no ha podido contestar «por la falta de autoridad», pese a que han indicado que Carlyle estaba en disposición de afrontar el pago de las nóminas.

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La compañía ha indicado a los trabajadores que la operación con Barceló es «importante» de cara a obtener liquidez suficiente para realizar el abono de las nóminas.

También han reclamado a Orizonia el cierre «inmediato de todas las oficinas» de Vibo, para garantizar «la seguridad e integridad física de los trabajadores». Los sindicatos han recomendado a los empleados que procedan al cierre momentáneo de la oficina ante cualquier episodio que pueda poner en peligro «mínimamente la integridad personal» y se dirija a su responsable para recibir indicaciones de cómo actuar.

«Los trabajadores no son culpables de esta solución y quien debe dar la cara ante los clientes son los propietarios del grupo», señaló UGT.

La representante de CC.OO. Carmen Díaz ha estimado que de los 1.000 trabajadores de Orizonia en Baleares, solo cerca de 130 podrían salvarse, 50 con la venta de Vibo y entre 70 y 80 con la de parte de Orbest, de forma que si sus cálculos se cumplieran, 800 personas serían despedidas en Palma de Mallorca.

Díaz ha considerado que al posible comprador del 50% de Orbest, el Grupo Barceló, lo único que le interesa son los aviones y la tripulación, que consta de una plantilla de entre 70 y 80 personas en Palma de Mallorca.

Indignación

Durante el encuentro, los sindicatos han lamentado que se focalice la difícil situación que vive Orizonia en la demora de la decisión de la Comisión Nacional de Competencia (CNC) a la oferta de Globalia por el grupo, y han mostrado su protesta ante la falta de representación de los fondos de inversión y riesgo implicados.

«Hemos manifestado la indignación del conjunto de los trabajadores ante la desastrosa gestión y la destrucción de una empresa que, no muchos años atrás, fue uno de los grandes grupos turísticos del sector», señaló UGT en un comunicado.