Imágenes del proceso que se lleva a cabo en la Planta de Reciclaje de Sabadell. | Carles Domènec

TW
34

La Planta Intercomarcal de Reciclaje de Sabadell (Barcelona) abrió ayer las puertas a la prensa para dar a conocer su forma de trabajo y enseñar muestras del Compuesto Sólido Recuperado (CSR) que se traslada a la planta incineradora de la empresa Tirme en Mallorca. El gerente de la empresa, Emilio González, explicó: «Estamos en periodo de pruebas que terminarán a mediados de la semana próxima y, si todo es satisfactorio, puede que se instale una central de cargas de residuos en Palma».

La central, según González, permitiría «optimizar los medios de los que disponemos y se ubicaría en un polígono, de manera que la industria de Mallorca podría también salir beneficiada».

El gerente explicó el proceso de envío de residuos a Mallorca: «Seleccionamos los materiales, retiramos impropios, realizamos procesos de trituración y determinamos el tamaño adecuado del compuesto para la incineración, después se carga en camiones que embarcan en el barco convencional porque es un material que no emite gases ni desprende olores, y no necesita permisos especiales ya que es un residuo industrial banal».

Los residuos proceden en su mayoría de materiales industriales donde se han descartado los metales, el vidrio y orgánicos. «Al llegar al puerto de Palma se realiza el desplazamiento a la planta, se realiza la descarga en unos 6 minutos para que se incinere y produzca energía, el mismo vehículo se embarca de nuevo y a las 20 horas ya está en Barcelona».

González recordó que «la idea es realizar el subministro, de 100 a 150 toneladas diarias, de octubre a mayo, ya que en los otros meses Mallorca tiene muchos visitantes y genera una gran cantidad de residuos que autoabastece la incineradora», y apuntó que «en la actualidad tenemos excedente de CSR que intentamos mandar a algún lugar para que se aproveche energéticamente».

De la misma planta, Marc Costa señaló que «nos ha sorprendido toda la polémica suscitada porque Mallorca es sólo un cliente más, donde enviamos el mismo producto que se manda a otros lugares de Catalunya y de fuera», y añadió que «es un producto que se utiliza desde hace años y creo que lo que ha sucedido es un tema más bien político».