TW
9

El PSIB ha considerado este sábado que la reforma de la Ley Local propuesta por el PP en todo el Estado supondrá la privatización de los servicios públicos municipales y, por ello, ha considerado que no se puede permitir que «con la excusa del ahorro y de la racionalización, se cierren servicios básicos, necesarios para las personas que viven en los pueblos», ha manifestado el secretario de Política Municipal del PSIB, Francesc Miralles.

En un comunicado, Miralles ha indicado que ésta es la «tercera oleada de privatizaciones». «Primero fue la educación, después la sanidad y ahora los servicios que prestan los Ayuntamientos. Amenazan los servicios sociales, la recogida de residuos, las escuelas de cero a tres años, las escuelas de música y danza. No es de recibo que el PP modifique la estructura institucional de país sin contar con el apoyo de la oposición ni con la participación de los partidos minoritarios y nacionalistas», ha opinado.

El socialista ha explicado que «el Estado somos todos», por lo que la mayoría electoral del PP no les da legitimidad para «intervenir las administraciones que son la base de nuestra democracia».

Su objetivo es el «desmantelamiento y la privatización

Por todo ello, Miralles ha anunciado la oposición frontal del PSIB y de los alcaldes socialistas a este anteproyecto, que tiene como objetivo el «desmantelamiento y la privatización» de los servicios públicos municipales. Según ha dicho, lo que está pasando en Castilla La Mancha, con el cierre de servicios sanitarios rurales para 100.000 personas, es un ejemplo de lo que quiere hacer el PP en todo el país.

«El Gobierno central propone ahorrar 3.500 millones de euros, pero no hay ningún elemento en el Anteproyecto, ni en la estructura municipal, ni en el ejercicio de las competencias, que implique este ahorro», ha explicado. La única forma para ahorrar este dinero es cerrar los servicios públicos, que si se ponen en manos privadas pasarán a ser «menos próximos, con menos garantías de calidad y más caros para los ciudadanos».

Según el socialista, al mismo tiempo que propone reformar la Ley Local, el PP ha planteado reducir el número de regidores y las retribuciones de los cargos electas locales, planteándolo como un ahorro. No obstante, según su opinión, la supresión de regidores no supondrá ningún ahorro, sino «una estocada mortal a la participación y la democracia a nivel local».

Miralles ha recordado que, de los 8.116 ayuntamientos que hay en España, 6.850 tienen menos de 5.000 habitantes, y, de éstos, 4.862 son municipios de menos de 1.000 habitantes y en todos ellos los regidores «o no cobran o cobran muy poco. Son un «batallón de voluntarios» al servicio del ciudadano, que están a disposición de sus vecinos cada día del año y los visitan a su casa para pedir soluciones o plantear problemas. «Con esta propuesta, en lugar de regidores altruistas tendremos asesores de los políticos con un buen sueldo».

Por ello, y «si realmente se quiere ahorrar», Miralles ha señalado que su partido ha propuesto la derogación de la parte de la Ley de grandes ciudades «que ha permitido engordar sin control los aparatos municipales de las grandes ciudades que son las que más deuda contraída tienen».

Menor pluralidad y democrácia

Según ha considerado, la eliminación de regidores solo derivará en una menor pluralidad y menos democracia en las instituciones, al afectar a la representatividad de los grupos minoritarios en los plenos municipales y restar participación ciudadana.

Finalmente, ha apuntado que el PSOE está trabajando en una propuesta para llegar a un gran pacto que permita dar más transparencia a la forma en la que los gobiernos municipales ejercen su responsabilidad institucional, ha concluido Miralles.