La ceremonia fue presidida por el anterior obispo de Mallorca, Jesús Murgui. | Pere Bota

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Los fieles abarrotaron ayer la Catedral de Mallorca con motivo de la ordenación sacerdotal de los jóvenes diáconos Jaume Ripoll (Palma), Francesc Xavier Riutort (Porto Cristo), Carles Seguí (Lloseta), Joan Isern (Palma) y Julio Barcudi (Argentina) en el transcurso de una eucaristía que presidió el ahora obispo de Orihuela-Alicante, Jesús Murgui, exprelado de Mallorca.

En esta misa les acompañaron familiares, amigos, miembros del Cabildo de la Catedral y un gran número de sacerdotes de la Diócesis que les vieron encabezar la procesión de entrada al templo mayor que se inició desde la sacristía.

Acabada la lectura del evangelio se inició la ceremonia de ordenación siendo llamados al presbiterio, seguido de la petición para ser ordenados. Tras la homilía prometieron obediencia y respeto al obispo, y luego, postrados en el suelo del presbiterio, oyeron el canto de las letanías. A continuación los jóvenes, arrodillados, recibieron uno a uno la imposición de manos del obispo y de todos y cada uno de los canónigos y sacerdotes presentes.

Tras el rezo de una plegaria, los nuevos sacerdotes se revistieron con sus estolas para ser ungidos en las palmas de la mano recibiendo a continuación la patena y el cáliz.

Después de esta unción el obispo les dio un abrazo de paz que compartieron también con los demás sacerdotes y siguió la liturgia eucarística hasta el final.