El pasado día 31, cuatro cruceros hicieron escala en el Muelle de Poniente, con miles de cruceristas. | Jaume Morey

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Cerca de 850.000 cruceristas al año, más de 450 escalas de buques y un gasto total de unos cien millones de euros son las cifras del turismo de cruceros que llega al Port de Palma. Su impacto económico no ha pasado desapercibido para todos los sectores productivos de la Isla, de ahí que la llegada de un crucero supone más actividad y, en consecuencia, aumento del volumen de negocio.

Las grandes superficies y franquicias internacionales, en concreto las ubicadas en Passeig des Born y Jaume III, así como toda la oferta de restauración y oferta complementaria del centro de Palma se adaptan a este tipo de turismo. A esto hay que sumar el impacto de los cruceros en el subsector del taxi y en el propio transporte público.

«Dependiendo del tipo de barco que llegue y de la nacionalidad de los cruceristas, sacamos stocks de productos enfocados a estos mercados, de ahí que las ventas se incrementan más de un 20%», señalan desde las grandes superficies.

De ser un negocio alternativo, se ha convertido con el paso de los años en un auténtico «maná», ya que los taxistas saben perfectamente cuándo llegan los cruceros y los días de la semana con mayor número de escalas de buques, de ahí las colas de taxis en el Muelle de Poniente-Peraires. Lo mismo sucede con los comerciantes de la calle Antoni Maura. La información que facilita la página web de la Autoritat Portuària de Balears es clave, de ahí las fotocopias de toda la programación de cruceros que se pasan unos a otros.

Es un hecho que alrededor de este tipo de turismo se ha montado un auténtico negocio. Los taxistas aumentan su productividad. «Lo que más nos piden es la excursión de ir a la Catedral, el Pueblo Español, castillo Bellver y la plaza de toros. La hora se cobra en torno a los 35 horas», explican taxistas que esperan en la parada de Peraires.

Impacto

El autobús turístico ‘Palma city sight seeing’ tampoco queda al margen del negocio. «Respecto a la parada que tenemos en Antoni Maura, aquí en Peraires registramos hasta un 50% más de venta de billetes. Sin duda, es la más rentable de este servicio», indican trabajadores del autobús turístico en la parada de Peraires.

El servicio de la EMT, la línea 1, también se beneficia, ya que deja a los turistas en pleno centro por 1.50 euros.

Los turistas de cruceros, nada más atracar el barco, reciben todo tipo de información de Palma y los lugares que tienen que visitar, principalmente el Casc Antic. Esto provoca que las excursiones que se programan lleguen a saturar de forma momentánea la zona de la Catedral, Cort, Antoni Maura y todo el centro de Ciutat. Este flujo de turistas repercute de forma positiva en los negocios comerciales.

«Un crucero implica que tengamos hasta un 30% más de caja. El turista de cruceros tiene cada vez más importancia para nuestros negocios y se debe de apostar más por los cruceros», señalan restaurantes y cafeterías de la calle Antoni Maura.