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nekane domblás

Mallorca aún dispone de suelo urbano suficiente para construir otras 165.000 viviendas con una capacidad para 500.000 nuevos habitantes, según consta en el libro DeCOASTruction. La desconfiguración del litoral mediterráneo español. El libro, elaborado por arquitectos de las comunidades autónomas situadas en el litoral mediterráneo, cuenta con la participación del arquitecto Manuel Cabellos en lo que afecta a las Islas.

En la rueda de prensa de presentación de esta publicación, Cabellos explicó que en la época del boom inmobiliario en Mallorca se construyeron más de 80.000 viviendas de las cuales una cuarta parte, unas 20.000 según sus estimaciones, se encuentran vacías a la espera de comprador.

Otra Palma

Cabellos explicó que el proceso de desarrollismo urbanístico que se vivió en las Islas implicó la construcción del equivalente a otra ciudad de Palma. Alertó de que este proceso sólo se ha parado gracias a la crisis económica ya que aún queda suelo suficiente para construir más del doble.

Para evitar la posibilidad de que el final de la crisis marque un nuevo boom inmobiliario, Cabellos emplazó a los poderes públicos a desclasificar parte de estos terrenos, es decir, a volver a declararlos no urbanizables. Afirmó que puede hacerse legalmente, sin que ello de pie a indemnizaciones, ya que en la mayor parte de los casos ha caducado el plazo que se dio a los constructores para ejecutar estas promociones.

Suelo rústico

Cabellos también lamentó el hiperdesarrollo de la urbanización del suelo rústico en Mallorca, donde estimó que existen unas 50.000 viviendas unifamiliares diseminadas por la Isla. «La construcción en suelo rústico no ha hecho más que crear un problema añadido que comporta la construcción de infraestructuras de carreteras, luz y agua», explicó.

El libro en el que ha participado el arquitecto mallorquín fue presentado ayer en Palma y pretende enfocar el problema de la hiperurbanización costera desde diferentes perspectivas para evidenciar la necesidad de una resolución multidisciplinar, según explicó su coordinador, el arquitecto valenciano Fernando Gaja Díaz. Gaja aseguró que, en este contexto, la nueva ley de costas plantea un escenario continuista «cuando es el momento de replantearse muchas cosas».