TW
24

El aumento progresivo del turismo residencial en Mallorca está provocando este verano un impacto directo en el sector de la alimentación, ya que los supermercados de las zonas turísticas registran desde mayo un incremento de hasta el 10% de sus ventas por la demanda este segmento vacacional.

«Estamos apreciando una subida de las ventas que oscilan en algunas zonas entre el 6, 8 y 10% respecto a los mismos meses del pasado año, que ya fue bastante óptimo en cuanto al nivel de volumen de negocio. Estamos satisfechos de esta evolución», señalaban ayer varios representantes de grandes superficies de la Isla.

Gasto y zonas

Desde Eroski y Mercadona coinciden en señalar en que el turismo residencial, por su poder adquisitivo, «tiene un efecto directo en la actividad comercial en nuestros establecimientos ubicados en las zonas turísticas, donde las ventas están creciendo de forma progresiva desde mediados de julio».

Desde el grupo El Corte Inglés puntualizan que las ventas en alimentación «están en positivo, funcionando de manera muy especial el domingo en los centros de Palma».

Las zonas de Calvià, Cala Rajada, Alcúdia, Pollença, Son Servera y Calvià son los enclaves en donde el turismo residencial tiene mayor repercusión, como así lo constatan las grandes superficies, la oferta de restauración y comercial.

El alza del turismo residencial está estrechamente unido a la evolución de los pasajeros en Son Sant Joan. En este sentido, el aeropuerto batió en julio sus registros históricos de movimientos de pasajeros, al alcanzar 3.435.936, un 1% más respecto a julio de 2011.

Y como consecuencia de este proceso evolutivo en Son Sant Joan, que también está en cifras positivas en lo que llevamos de agosto, los ratios de ocupación hotelera en estos momentos son del cien por cien en la mayoría de las zonas vacacionales de la Isla, como así constatan desde las asociaciones hoteleras de Calvià, Alcúdia-Can Picafort, Capdepera, Cala Millor, Cala d'Or, Palmanova-Magaluf, Sóller y Platja de Palma.

Lo positivo es que la comercialización se ha hecho a precio de folleto y con descuentos casi simbólicos.