El Caixer Senyor y el Caixer Capellá hacen su entrada en la Plaça des Born entre la multitud. | Josep Bagur Gomila

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Fue el primer acto protocolario de Sant Joan. A la una de la tarde la gente se comenzó a concentrar en la Plaça de la Catedral al grito ‘Ciutadella, Ciutadella’. El fabioler Sebastià Salort llegó a una plaza llena antes de las dos. Todo estaba listo para el Primer toc de fabiol. El fabioler se hizo paso entre la multitud hasta llegar al Palau Olivar de Davant l’Església. Allí le esperaba el caixer senyor, Luis de Olivar O’Neill para dar el permiso para comenzar el replec. Y así fue. Comenzó una fiesta popular y multitudinaria en la que los protagonistas de la tarde fueron, sin duda, los caballos. A las 18 horas comenzó el Caragol des Born en la plaza del Borne tras la entrada a caballo al galope del Caixer Senyor Luis de Olivar O’Neill. Fue un caragol rápido, corto y limpio en el que participaron este año una veintena de caballos menos. Ante el jolgorio y el bullicio, los jinetes se dirigieron más tarde a la ermita de Sant Joan de Missa mientras comenzaron a volar las avellanas en sa Contramurada en una singular batalla. Era el momento para que los más pequeños disfrutaran de la fiesta. La gran fiesta de Ciutadella concluyó bien entrada la madrugada. Hoy continúa con los jocs des Pla, la Missa dels Caixers y sa convidada.