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BMN ha reconocido hoy públicamente que podría necesitar ayudas del Estado para poder cumplir con los requerimientos de la nueva reforma financiera, que le obligará realizar dotaciones adicionales por 640 millones de euros. La entidad se apresuró ayer mismo a dar a conocer el impacto que le supondrá la puesta en marcha de las nuevas provisiones.

Ayer, BMN dijo que el impacto de la nueva regulación sería de 640 millones de euros, pero no dio detalle de cómo iba a conseguir el dinero. Solo dejó claro que estaba «analizando las medidas» para poder cumplir con la normativa aprobada el viernes por el Gobierno.

Hoy, a requerimiento de la CNMV, ha enviado una nota más aclaratoria, en la que reconoce que debe tomar medidas para mejorar su ratio de capital, que se encontraba en el 8,95 % a finales del año pasado.
Entre las medidas, habla de la posibilidad de generar capital de manera interna y de reducir su exposición al riesgo, así como emitir títulos que le mejoren las ratios de capital.

«En ultima instancia y hasta la cuantía necesaria», añade la entidad en una nota, se emitirán bonos convertibles que serán adquiridos por el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), tal y como recoge el real decreto ley 9/2009.

Ésta es precisamente la vía de ayuda pública que se ha articulado para dar apoyo a las entidades que no puedan por si solas cumplir con los requerimientos.

Por esta emisión de bonos convertibles, BMN estará obligada a pagar al FROB cerca de un 10 % anual, y deberá recomprarlos antes de cinco años o el Estado nacionalizará la entidad.

Precisamente, el Estado ha instado a BMN y a otras tres entidades de tamaño medio, Liberbank, Unicaja e Ibercaja, a protagonizar fusiones para adquirir un volumen superior y poder asegurarse su pervivencia.

Hoy había convocada una reunión en el ministerio de Economía con los representantes de las cuatro cajas, pero ha sido aplazada a otro día.