El Palau de Congressos de Palma, por dentro. | Pere Bota

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Las obras del Palacio de Congresos de Palma y del hotel anexo encaran la recta final; dentro de un año la citada infraestructura será entregada al concesionario, que se conocerá el próximo mes de mayo (el 31 de marzo finaliza el plazo para presentar las ofertas).

Los primeros congresos se celebrarán en la primavera de 2013, ya que Palau de Congresos S.A. ha cerrado reservas para los meses de mayo, junio, septiembre y octubre de 2013. El gerente de Palau de Congresos S.A., Ignacio Jiménez, explica que el primer año será «flojo» y asegura que la velocidad de crucero no se alcanzará hasta 2015, cuando se prevé que lleguen unos 85.000 congresistas. No obstante, Jiménez puntualiza que «da tranquilidad» tener ya seis o siete reservas, que supondrán la llegada de unos 25.000 congresistas en 2013, y recuerda que los pequeños congresos no se reservan con tanta antelación, por lo que esta cifra se incrementará.

El gerente de Palau de Congresos se muestra convencido de que tendrá éxito, ya que «Mallorca tiene todos los alicientes que buscan los congresistas». Así, desde el propio Palacio de Congresos se ve una señal de tráfico que indica que el aeropuerto está a 4 minutos, la playa al cruzar la calle y la Seu a 10 minutos caminando. El gerente subraya que los espacios se encuentran muy bien distribuidos, por lo que se podrán llevar a cabo numerosas actividades.

Paralelamente a la búsqueda de reservas, las obras avanzan a buen ritmo. Actualmente hay 205 operarios y a medida que lo requieran los trabajos se incrementarán hasta los 300. La fachada del Palacio de Congresos estará totalmente terminada el próximo mes de mayo; se ha optado por eliminar los caballitos de mar, ya que el arquitecto Patxi Mangado ha considerado que podrían terminar cansando y se han sustituido por cristales en los que se reflejará el mar. También se ha modificado el pavimento del edificio, que tenía que ser negro de Zimbabwe, por otro español; de la misma calidad pero más económico. Jiménez informa que será la primera obra pública de Balears sin sobrecoste, ya que no tendrá ni el permitido.

La eficiencia energética es otra de sus características. Así, las numerosas ventanas permiten aprovechar al máximo la luz natural; además, la especie de ‘cajas' en las que están inmersas las ventanas posibilitan que el sol no entre en exceso. La fachada será de aluminio reciclado (con latas de coca cola, etc.).

La terraza del Palacio de Congresos acogerá un restaurante, al que podrán acceder todos los ciudadanos.

Un túnel acristalado -de 70 toneladas que se colocó en 40 minutos- conduce al hotel de cuatro estrellas superior, que tendrá 268 habitaciones. En la planta que comunica el hotel con el palacio no habrá habitaciones, será un lobby.

Piscina

La séptima planta del hotel, en la que se encuentran ubicadas las suits con sus propias terrazas, tiene una piscina. El sótano acogerá el spa y el gimnasio. Además, dispondrá de un aparcamiento de 282 plazas.

Entre el Palacio de Congresos y el hotel se ubicará una zona verde pública. Jiménez reconoce que la ubicaci'ón de dicha infraestructura ha generado mucha polémica, pero sostiene que «si nos abstraemos de ella, la conclusión es tremendamente positiva». Así, argumenta que el Palacio de Congresos no estará sobre una autopista, ya que el grueso del tráfico se desviará por detrás, y por delante se limitará a 50 km/h; el punto más desfavorable del Palacio de Congresos quedará a siete metros de la calzada.