El conseller de Eduación, Rafael Bosch (izq.) y el president del Govern, José Ramón Bauzá, hablan durante la sesión del pleno del Parlament celebrada hoy. | Teresa Ayuga

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El conseller de Educación, Cultura y Universidades, Rafael Bosch, ha negado hoy que exista un malestar generalizado contra las restricciones presupuestarias y ha subrayado que los directores de los centros de enseñanza le han garantizado «que la comunidad educativa no se movilizará».

Bosch ha defendido en el pleno del Parlament de hoy los «ajustes» del Govern en la educación pública ante las críticas de diferentes diputados de la oposición, que le han reprochado los «recortes» que a su juicio empobrecen la calidad de la enseñanza y sus plantes para implantar la libertad de elección de lengua.

La situación de la educación en el archipiélago ha sido objeto de tres preguntas al conseller, una interpelación al Govern y una moción que se ha aprobado parcialmente.

La diputada del PSIB Rosamaria Alberdi ha señalado, en referencia a las protestas convocadas en próximas fechas, que «el sistema educativo se moviliza porque hay problemas insoportables» como la falta de financiación para gastos corrientes que deriva en restricciones de la calefacción en algunos centros.

Ante esta situación, ha insistido, «lo único que se le ocurre» al conseller es incrementar la tasa voluntaria que se solicita a los padres para gastos de los centros.

«Todos tienen calefacción», ha replicado Bosch, que ha asegurado que en la reunión que mantuvo ayer con todos los directores de centros educativos del archipiélago estos le prometieron que las movilizaciones convocadas no detendrán las clases.

«Quien quiere salir a la calle es Rubalcaba», ha incidido en referencia a las supuestas provocaciones del secretario general del PSOE, como su afirmación de que el PP quería que los alumnos fueran con mantas a clase para después trabajar en Laponia, ha recordado.

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Otra diputada socialista, Esperança Marí, ha criticado la decisión del Govern de aplicar la libre elección de la lengua en que los niños aprenden a leer y escribir a partir del próximo curso y ha preguntado al conseller qué hará «para evitar guetos de niños unilingües en castellano».

«Nunca hemos pensado crear guetos», ha respondido Bosch, quien ha incidido que garantizar la libre elección de los padres respecto a la lengua en que se escolarizan sus hijos responde al cumplimiento estricto de las leyes.

También ha defendido el conseller de Educación la decisión del Ministerio de Educación de introducir criterios de mérito complementarios a los de renta en las condiciones de concesión de las becas para universitarios.

Al concluir el turno de preguntas al Govern, Esperança Marí ha interpelado al Govern sobre los déficit de infraestructuras de enseñanza de Ibiza y ha reprobado la política educativa del Govern porque mientras afirma querer impulsar un gran pacto que de estabilidad al sistema rompe los consensos básicos como el que existía en torno a la enseñanza de la lengua.

Bosch ha defendido su gestión, ha insistido en que su departamento trabaja para lograr la aprobación de un pacto sobre educación entre todas las fuerzas políticas y sociales implicadas y ha asegurado que ha hecho más por las infraestructuras de Ibiza en tres meses que el anterior Ejecutivo en cuatro años.

Después se ha debatido una moción del PSM-IV-Entesa i Més per Menorca en la que se instaba al Govern a mantener el actual modelo lingüístico en la enseñanza, a pagar lo que debe a los centros y a incrementar la dotación presupuestaria dedicada a educación, entre otras medidas.

Todas los puntos críticos con la actuación del Govern han sido rechazados por la mayoría del PP, que sí ha aprobado otros como los que instan al Govern a recuperar los programas de refuerzo educativo, a mejorar las inversiones en equipamientos y a incrementar los servicios complementarios.

El texto aprobado por unanimidad también pide al Ejecutivo que se coordine con los ayuntamientos para mejorar la oferta educativa y a potenciar las actuaciones contra el fracaso escolar