M. Antonia Oliver y Josep Serra, presidente de Esquerra-Balears, en el cementerio de Palma. | P. Pellicer

TW
13

Maria Antònia Oliver, presidenta de la Associació de Memòria Històrica de Mallorca, fue ayer la encargada de dar voz al homenaje que organizó Esquerra en recuerdo de Emili Darder, alcalde de Palma fusilado el 24 de febrero de 1937.

Como cada año, Esquerra invita a una persona o representante de alguna asociación para hablar de la figura de Darder.
En el 75 aniversario de su muerte, fue Maria Antònia Oliver, quien junto a la nieta del alcalde, Carmen Cano Darder, quisieron que el homenaje se dedicara a todas las víctimas del franquismo.

Maria Antònia Oliver destacó que la memoria «es la victoria frente a quienes ejercieron una represión brutal».
«Más allá de la muerte, querían el silencio y el olvido. Una actuación muy cruel», añadió.

Los ‘sin nombre'

La presidenta de la asociación para la recuperación de la Memòria Històrica recordó que desde el pasado mes de julio se han contado más de 50 muertos sin nombre cada mes.

«Los crímenes se escondían detrás de la guerra, eran simplemente asesinatos».

«Hombres y mujeres sin nombre aparecían muertos en las cunetas. Eran reconocidos por sus familias gracias a la descripción detallada de sus enseres y de sus características físicas», afirmó Oliver.

Mallorca se convirtió, la Isla entera, en un cementerio, reza el Mur de la Memòria, entonces conocido como el ‘clot de la mort'.

En la actualidad «espacio para el recuerdo, dignidad, libertad y reflexión», señaló Oliver que se despidió de los asistentes al grito de «Viva la libertad, viva la justicia».