El vicario general, Lluc Riera, presentó la felicitación general al obispo.

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«Ante las circunstancias adversas que nos toca vivir, encarnadas en la crisis, nuestra respuesta debe ser de mucha ilusión y esperanza, porque en verdad en la Iglesia de Mallorca, de corazón la cosa funciona con mucha salud», dijo ayer el obispo Jesús Murgui en la recepción en el palacio episcopal a sacerdotes, religiosos y seglares que acudieron a felicitarle por su onomástica.

En un acto social, que como en los últimos años estuvo presidido por una estricta austeridad en la oferta de viandas -el presupuesto de antaño se destina ahora a Cáritas-, el prelado recibió personalmente a todos y cada uno de los asistentes, quienes le manifestaron su afecto y ofrecieron su colaboración en los proyectos para la dirección de la diócesis, y más tarde le entonaron el Ad multos annos vivas de honda raíz seminarista.

Mallorca misionera

La presentación del acto estuvo a cargo del vicario general de Curia, Lluc Riera, que glosó brevemente los ocho años de Jesús Murgui «como padre y pastor de la Iglesia de Mallorca», y recordó que inicia en las próximas semanas el cuarto año de visitas pastorales a los arciprestes de la Isla para compatir con ellos la labor pastoral diaria que tienen encomendada.

Tomó la palabra luego el prelado -que se dirigió en todo momento a los asistentes en catalán, para agradecer a los sacerdotes, religiosos y - los seglares que prestan sus servicios en la diócesis «por lo que sois y lo que hacéis», y en ese sentido hizo un símil con la atribución que se suele hacer a los gobernantes «de haber erigido un puente, cuando todos sabemos que lo hacen piedra a piedra los habitantes del lugar».

El obispo Murgui se refirió también a otros proyectos a corto y medio plazo de la diócesis, como la conmemoración en 2012 de los 50 años de 'Mallorca misionera', que en mayo contará entre otros actos con la concelebración de una misa con arzobispos de Perú y de Burundi, países en los que se ha centrado el trabajo «de los que partieron de la Isla para vivir los padecimientos de otros seres humanos lejos de aquí».

También avanzó el obispo de Mallorca las gestiones para conmemorar en 2017 el fallecimiento del beato Ramon Llull con un congreso internacional sobre su vida y obra.