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Limpia, económica e inagotable así es la energía undimotriz, y así lo explica el informe sobre el desarrollo tecnológico para la captación de la energía que produce el oleaje del mar, recientemente presentado por el Colegio Oficial de Ingenieros Industriales Superiores de Baleares.

Este trabajo calcula la potencia de las olas, los tiempos en que éstas están presentes a lo largo del año y, en definitiva, la energía que poseen. La energía undimotriz es menos conocida y extendida que otros tipos de energías marinas, pero se va implementando de forma paulatina y es más predecible que la eólica o solar.

Según los ingenieros industriales -pese a que se trata de una fuente de energía totalmente renovable, supone un ahorro de dinero y energías fósiles y reduce las emisiones de CO2-, la administración central ha dejado de lado la energía undimotriz en el reciente Plan de Energías Renovables.

Una decisión que contrasta con los postulados del Instituto de Investigaciones Tecnológicas de la Universidad Pontificia de Comillas, desde donde se sostiene que «si España aprovechase toda la energía de las olas en las costas españolas, podría cubrirse toda la demanda energética del país».

Sí son más receptivas las administraciones autonómicas, fundamentalmente las de la cornisa cantábrica, donde se están llevando a cabo varios proyectos en Santoña (Cantabria) y Mutriku (Guipúzcoa), mediante la instalación de convertidores de energía de olas con columnas de agua oscilante (OWC) instaladas en los diques y escolleras de clubes náuticos y puertos deportivos.


Autosuficiencia

En el caso concreto de Mallorca, de los 25 diques analizados por el colegio de ingenieros en las costas de la isla, sólo siete presentan alguna posibilidad. Se trata de las escolleras del Port d'Andratx, Estellencs, Marina de Valldemossa, Can Picafort, Colònia de Sant Pere, Cala Bona y s'Estanyol, donde se instalarían dos estaciones de captación.

Aún así, si llegaran a utilizarse para el aprovechamiento de energía undimotriz, su instalación podría suponer una potencia instalada de cuatro megavatios. Una cantidad de energía equivalente al consumo eléctrico de un pueblo de 2.400 habitantes y que podría alimentar los puertos donde se instalasen las mencionadas OWC, sin necesidad de que éstos tuvieran que conectarse a la red eléctrica.

El presidente del Colegio Oficial de Ingenieros Industriales Superiores de Baleares, Alfredo Arias, apunta que con la instalación de estos sistema no sólo se conseguiría la autosuficiencia energética de estos clubes náuticos, sino que además, su combinación con una mínima estación eólica, «no más alta que los mástiles de las embarcaciones», sostiene Arias, se podría osmotizar una considerable cantidad de agua salada para el uso de estas instalaciones náuticas (limpieza, saneamiento, mantenimiento de embarcaciones, etc), consiguiendo así la autosuficiencia de estos puertos deportivos, tanto desde el punto de vista del suministro eléctrico como hídrico.

Los convertidores de energía de olas con OWC se consiguen mediante la colocación de una cámara de aire sobre los diques de los puertos en contacto con la superficie de agua, de forma que las olas crean una columna de agua oscilante dentro de dicha cámara. Esta columna funciona como una turbina eólica a través de la onda inducida de presurización del aire. Su instalación no precisa de cables submarinos ni de amarres.