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«Este es el presupuesto más austero de la historia de IB3, que había vivido por encima de sus posibilidades, pero es lo que hay y con ese presupuesto habrá que elaborar proyectos dignos».


Así inició ayer el conseller de Presidència, Antoni Gómez, que ejerce provisionalmente la dirección del ente, su comparecencia parlamentaria para informar de los presupuestos de la radio y la televisión autonómica para 2011. Serán 30 millones, 3 mes si se suman los ingresos publicitarios previstos. Habrá que redefinir propuestas, renegociar convenios y, sobre todo, ahorrar: cuando venza, en mayo, el contrato para emitir los partidos de la Champions, ya no se renovará; se renegociará, a la baja, el contrato con el Mallorca y, en enero, «habrá un ajuste en la pirámide salarial».


Podrá endeudarse


IB3, en época de Matas, comenzó su andadura con 125 millones; con el Govern anterior pasó a gestionar 55 y ahora tendrá que conformarse con su presupuesto más bajo. La deuda con proveedores, entre ellos las productoras, supera ese presupuesto. El conseller Gómez, que estuvo acompañado del subdirector y director general ‘de facto', Jacobo Palazón, no descartó acudir al endeudamiento para poder pagar a las productoras, si bien tampoco avanzó más allá pese a las preguntas de la oposición.


Cosme Bonet (PSIB) y Biel Barceló (PSM-Iniciativaverds) consideraron que con este presupuesto se podrá hacer pocas cosa y dudaron de la supervicencia del sector audiovisual no paga. Gómez afirmó que uno de los objetivos de la televisión autonómica es potenciar la industria audiovisual local, pero que las productoras no pueden vivir perramente «bajo el paraguas» de la televisión.


«Se reducirá la contratación de producción ajena», indicó el conseller, que también explicó que para ahorrar costes se emitirán películas aunque no se disponga de su versión doblada al catalán.


«En los últimos años se han perdido muchos derechos porque no estaban en catalán», declaró Gómez, que entiende que esta línea de actuación no supone merma alguna en la obligatoriedad de que el catalán sea la «lengua vehicular».