Julio Martínez, regidor de Hacienda del Ajuntament de Palma.

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El equipo de gobierno del Ajuntament de Palma anunció ayer que la tesorería municipal ha conseguido pagar facturas atrasadas a proveedores por valor de 34 millones de euros y 9 de compromisos recientes por prestación de servicios. El anuncio coincide con el periodo de recaudación del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) y del Impuesto de Circulación, que en conjunto pueden suponer a Cort unos ingresos en torno a los 100 millones de euros, el máximo anual de entrada de dinero por recaudación impositiva directa al vecindario palmesano.

Fuentes del «equipo económico» del Ajuntament señalaron ayer que con esos pagos a proveedores con facturas tanto «maduras» como más recientes, la deuda de la municipalidad con ese colectivo -fundamentalmente integrado por empresas- «y que durante la pasada legislatura se había multiplicado por cuatro, se ha reducido a momento presente de los 154 millones de euros con los que se encontró el actual equipo de gobierno al tomar posesión a 120, lo que significa una reducción del 22%».

Determinación

Las mismas fuentes dieron como única explicación de este importante flujo de tesorería hacia particulares «la contención del gasto», entendida como «una prioridad del nuevo equipo de gobierno en su determinación de dar una respuesta efectiva a la crisis».

A ese respecto se recordó ayer desde la dirección política del Área de Hacienda de la municipalidad de Palma que «en las reuniones mantenidas por el equipo de gobierno con los sectores empresariales, la iniciativa privada siempre ha pedido que el Ajuntament hiciera todos los esfuerzos posibles para reducir los plazos de pago a sus proveedores con el objetivo de favorecer la dinamización de la economía de nuestra ciudad, generando empleo».