Esta será la imagen más generalizada durante este invierno en todas las zonas turísticas. | Alejandro Sepúlveda

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Desde este pasado lunes, día 31, Mallorca sufre la tradicional transformación en todas las zonas turísticas por estas fechas, con un cierre generalizado de hoteles, comercios, oferta complementaria y restauración. El problema radica en que Mallorca vivirá uno de los peores inviernos turísticos de los últimos diez años, porque en este tiempo nunca había habido tantos hoteles cerrados como en esta temporada baja.

La estadística de la Federación Empresarial Hotelera de Mallorca (FEHM) demuestra, con datos, que el porcentaje de plazas cerradas es progresivo desde este mes hasta marzo (ver gráfico adjunto), debido en parte a la caída de la cifra de visitantes extranjeros por la cancelación de series de vuelos desde el Reino Unido y Alemania a causa de la crisis.

Las propias aerolíneas y touroperadores coinciden en señalar en este aspecto. «Mallorca necesita apostar por potenciar sus productos turísticos de invierno. No basta con que el hotel esté abierto, sino que la zona turística cuente con suficiente oferta comercial, oferta complementaria y de restauración también operativa. Esta es una cuestión que se tiene que tratar en profundidad en Mallorca, porque la Isla no es un destino de invierno y tiene que reinventarse para ofrecer productos que puedan captar turistas. Es posible, pero hay que creer en ello», puntualizan desde las patronales de agentes de viajes y touroperadores británicas y alemanes, ABTA y DRV, respectivamente.

Con la caída del turismo extranjero, hay otro factor que este invierno va a afectar muy negativamente, y es el hecho de que se ha cancelado el programa de turismo senior interior, Pla Oci 60 (10.000 turistas) y que solo se podrá hacer el 50% del programa de turismo senior europeo, por lo que se perderán 9.500 turistas. Esto suma unas 200.000 estancias hoteleras menos de noviembre a mayo respecto al programa de 2010-2011. Sí vendrán turistas del Imserso.

Todas las zonas hoteleras de la Isla contabilizan más hoteles cerrados que en años precedentes, siendo prácticamente residual la oferta que queda operativa este año. La circunstancia de que venga menos turismo de la tercera edad no beneficia en absoluto y mucho menos a las zonas que tradicionalmente acogen este producto, caso de Platja de Palma y Palmanova-Magalluf, ya que agrava su situación.

«Hay lo que hay. No somos un destino de invierno y la administración autonómica tampoco es que haya hecho mucho en la presente legislatura para incidir en la desestacionalización. Este año se ha producido una mayor estacionalidad, aunque es cierto que se ha prolongado la temporada hasta la última semana de octubre, lo cual ha repercutido en el volumen de negocio de las empresas y en un mantenimiento del empleo», señalan hoteleros de Alcúdia, Cala Millor, Platja de Palma, Peguera, Palmanova-Magalluf y Santa Ponça.

Porcentajes

En el porcentaje de planta de alojamiento turística abierta durante este invierno, de acuerdo con los datos de la FEHM, este mes solamente estará operativa el 19,7%; en diciembre, el 13,4%; en enero, el 15,5%; en febrero, el 29,6 y en marzo, el 41,9%. Comparando estos porcentajes con el pasado año, el descenso medio es de un 5%, pero con los registros que había hace diez años la caída supera en algunas zonas de la Isla el 25 y 35%.

Lo curioso del caso es que aquellos hoteles que han apostado por ofrecer un producto diferenciado «sí que mantienen ocupaciones óptimas y los touroperadores los incluyen en sus programaciones de invierno, pero el problema de este invierno 2011-2012 es que los touroperadores han realizado drásticos recortes en sus programaciones de vuelos», indican desde varias asociaciones hoteleras, que exigen al Govern un cambio de actitud en esta estrategia, por entender que si baja el número de turistas en los aeropuertos «está claro que ello afecta a la ocupación hotelera y a todo el tejido empresarial de la Isla».