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El PSM-IV-ExM ha propuesto hoy que se apruebe un renta mínima de 525 euros para las familias de Balears que no disponen de ningún tipo de subsidios ni prestaciones sociales, una cantidad que sería mayor en función del número de miembros.

El candidato de esta coalición al Congreso de los Diputados con ocasión de las elecciones del 20N, Miquel Ensenyat, ha dado a conocer hoy en rueda de prensa esta iniciativa que recogerá su programa y que, además, se presentará más adelante como una propuesta para que la aprueben el Parlament y posteriormente el Govern.

Coincidiendo con la celebración hoy del Día Mundial contra la Pobreza, Ensenyat ha recordado que hasta el 20 % de la población balear vive en situación de pobreza, un porcentaje «muy preocupante» que obliga a tomarse «muy en serio» esta situación.

El conseller en el Consell de Mallorca y alcalde de Esporles ha explicado que esta renta mínima aglutinaría todas las ayudas que ofrecen las distintas administraciones a las familias que carecen de cualquier ingreso.

Lucha contra los paraísos fiscales

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Ensenyat también ha defendido que, a pesar de la situación de crisis económica, las administraciones central y autonómica deben continuar apoyando los proyectos de cooperación internacional con el 0,7 % de sus presupuestos porque es necesario y urgente ayudar a millones de personas para quienes que es muy difícil vivir por motivos como la falta de alimentos o agua.

La coalición econacioalista también es partidaria de sacar adelante medidas para «combatir» la existencia de paraísos fiscales, así como otras dirigidas a frenar la especulación en el precio de alimentos básicos que son necesarios para millones de seres humanos.

El candidato a la Cámara Baja se ha mostrado convencido de que su coalición obtendrá representación parlamentaria, al igual que la portavoz adjunta de este grupo en el Parlament, Fina Santiago, presente en esta comparecencia pública.

Sobre la manifestación de miles de personas del pasado sábado en Palma contra el actual sistema económico y político, Santiago ha calificado de «muy positivo» que los ciudadanos salgan a la calle para protestar porque «las cosas se pueden hacer de otra manera».

Ante esta «crispación e insatisfacción ciudadana», los políticos tienen la obligación de concretar propuestas dirigidas a cambiar la actual situación, ha añadido.