El conseller Aguiló, el alcalde-presidente de Formentera, Jaume Ferrer y Bartomeu Escandell. | G.R.

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El Govern balear anunció ayer que había iniciado los trámites para «la creación de un nuevo organismo administrativo» en la Isla de Formentera, la única de Balears en la que el poder político escapa al control del PP, que tiene mayoría absoluta en los otros consells insulars (Mallorca, Menorca y Evissa), además de en el Parlament balear.

El anteproyecto para la creación de la nueva delegación territorial del Govern en Formentera contempla que en el nuevo «organismo administrativo», que tendrá rango de Dirección General, se integren un delegado o delegada y «funcionarios autonómicos encargados de cumplir con las funciones encomendadas a la delegación, siempre con la finalidad de mejorar la situación en la que se hallan en Formentera, derivada de la doble insularidad».

Sorpresa

El vicepresidente segundo y portavoz del Consell de Formentera, Bartomeu Escandell, mostró su «sorpresa» por el acuerdo. «Ni habíamos pedido ni se había hablado de ello con nosotros», dijo. Con cierta ironía, comentó que «si hay dinero para crear nuevas direcciones generales es que los problemas se están resolviendo».

El Govern, la semana anterior, activó la plaza del delegado en Bruselas que el anterior Ejecutivo había amortizado.

El Ejecutivo, en la misma reunión en la que se tomó el acuerdo, también acordó solicitar al Gobierno central que suspenda la aprobación del Plan hidrológico balear. El Govern quiere revisarlo ya que entiende que es un proyecto muy intervencionista.