María Salom, tras acceder a la sala de plenos del Consell de Mallorca. | Joan Torres

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El Consell de Mallorca abrió formalmente el debate sobre cuáles deben ser sus competencias y los hizo, curiosamente, como consecuencia de una iniciativa presentada por el PSIB, ahora en la oposición, y que fue secundada por todos los partidos, incluido el PP que gobierna con mayoría absoluta.

El equipo de gobierno elaborará en el plazo de dos meses un plan detallado para «que detecte y elimine las posibles duplicidades y solapamientos con las de otras administraciones». El PSIB justifica esta reforma en dos razones: de un lado, ordenar definitivamente qué competencias son de cada institución; de otra, evitar gastos innecesarios en tiempos de crisis. Con todo, para los socialistas está claro que el Consell no debe perder peso político y que hay que cumplir el mandato estatutario.

Basura de Nápoles


En este asunto, y en otros puntos, el estado de la cuentas del Consell marcó la sesión plenaria y sirvió para constatar un hecho: que el 'verdadero' problema del Consell es su excesiva dependencia del Govern. El anterior responsable d'Hisenda, el socialista Antoni Alemany, ofreció todo tipo de colaboración a la actual titular del departamento, Margalida Roig. Para ésta fue «un alivio» saber que el anterior Govern de Balears no había bloqueado un pago de 33 millones. Eso sí, el nuevo equipo tendrá que reclamarlo.

De dinero también se habló al abordar otras cuestiones. Por ejemplo, a raíz de un interpelación del PSM-Iniciativaverds-Entesa sobre la revisión de la tarifas de la recogida de basuras para el próximo año. La interpelante fue la Magdalena Palou y le respondió la consellera Catalina Soler que señaló que, efectivamente, la empresa concesionaria del servicio, Tirme, había propuesto un incremento del 55% como consecuencia de la entrada en vigor de dos líneas de incineración. Soler dijo que se intentará paliar esa subida y buscar alternativas y recortar gastos. Desveló que habían descubierto que se dedicaban 80.000 euros para «dar agua, coca amb verdura y panades» a los grupos que visitaban el parque de tecnologías ambientales y que eso se iba a acabar. Soler dijo que , finalmente, Holanda había decidido hacerse cargo de la incineración de la basura de Nápoles. También se suscitó un debate sobre el convenio de carreteras. El PSM votó con el PP. El PSIB se abstuvo.

El pleno, en que tomó posesión la consellera que sustituye a Margalida Moner, también aprobó una propuesta de Presidència en la que se «reitera la conveniencia de proceder a la disolución» de [M]. La oposición ve motivos políticos.