Imagen de la degradación de la zona conocida como 'Corea', en el barrio palmesano de Camp Redó. | JOAN LLADO

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El Ajuntament de Palma está manteniendo conversaciones con empresarios, que se han interesado por el proyecto que el gobierno de Mateo Isern tiene para 'Corea' (derribo y la construcción de un nuevo barrio). Así, el propio alcalde reconoce que «estamos hablando con algunas empresas» y destaca que están trabajando para solventar la problemática de las personas que viven en esta zona de Camp Redó «desde el primer día que entramos en Cort».
No obstante, puntualiza que hasta que no se fije cuál va a ser el plan último y las condiciones de la actuación «no sabremos definitivamente si hay empresas que quieran acometer el proyecto, pero sí es un hecho que hay gente que está preguntando».
Isern explica que estudian la viabilidad de una reforma con intervención de la iniciativa privada, con coste cero o mínimo para el Ajuntament. Aunque reconoce que «la iniciativa privada tendrá dificultades para conseguir la financiación para acometer esa reforma, estamos trabajando en ello y esperamos tener la respuesta en un plazo prudencial de tiempo».
Sobrecoste
En este sentido, el alcalde aclara que «nuestra idea es que sea la iniciativa privada la que acometa la rehabilitación integral de esa zona, para conseguir que sea una parte de la ciudad moderna y que se haga en un plazo de tiempo mucho más limitado y con un coste mínimo para Cort».
Isern avanza que el próximo seis de septiembre el teniente de alcalde d'Urbanisme i Habitatge, Jesús Valls, se reunirá con los propietarios de las viviendas y con la Federación Palmesana de Entidades Ciudadanas para abordar este asunto.
El alcalde argumenta que el proyecto de reforma iniciado la pasada legislatura no es viable, ya que calculan que su coste es de unos 73 millones de euros. Así, en cada bloque (son 26) se prevé un gasto de casi 2,4 millones de euros, más 6 millones del aparcamiento y unos 5 millones para la rehabilitación social, dotación y mejora de infraestructuras. Además, su plazo de ejecución oscila entre 12 y 14 años.
Isern también subraya que sólo han recibido un millón de euros de subvención y advierte que los 10 millones, que según el PSOE aportaría Madrid, «no están concedidos y no creo que se pudieran conseguir porque las viviendas no cumplen las condiciones, es decir, tener como mínimo 50 metros cuadrados, ya que la mayoría tienen 45 o menos».