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«Yo creo en una policía fuerte, implacable con los delincuentes, que utilice todos los medios y posibilidades que le otorga la legalidad vigente, sin complejos, que ponga por encima de otras consideraciones el derecho de los ciudadanos a vivir en paz, sin que nadie ni nada atente contra su seguridad personal o de su patrimonio».

Así de contundente se manifestó ayer el alcalde de Palma, Mateo Isern, durante la toma de posesión de Antoni Vera como intendente jefe, del que aseguró que «reúne todos los valores que atesora el ADN del buen policía».
El alcalde advirtió que «no tendremos miedo a actuar con contundencia, respetando los derechos de todos, pero nunca permitiremos que un falso progresismo o buenismo nos lleve a hacer prevalecer los derechos de los delincuentes sobre los del resto de ciudadanos». En este sentido, adelantó que «vamos a convertir Palma en una ciudad segura, donde a partir de ahora los que corran sean los delincuentes y no los palmesanos como desgraciadamente sucede actualmente».


Isern señaló que ayer se abría una nueva etapa en las relaciones entre Cort y la policía, en la que deseó que ambos se sientan mutuamente respaldados.


Antoni Vera ingresó en el cuerpo hace 28 años. Su primer destino fue se policía de barrio de Camp Redó. Después pasó por la Unidad Motorizada, Sala de Atestados, Unidad Nocturna, mayor de la Unitat Territorial de Nord y Llevant. Es una persona muy respetada y querida por el seno policial al tratarse de un hombre que ha vivido la policía desde la base. Su formación académica también le avala.