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Se acabó la reivinidicación ante el Govern balear y la lucha por obtener nuevas competencias. Ni hay dinero, ni voluntad política de que la principal institución de Mallorca, el Consell, se convierta en un 'contrapoder' del Ejecutivo. El Consell será, sobre todo, municipalista y centrado en el día a día. La nueva presidenta, María Salom (Inca, 1967), que presidirá un gobierno más reducido que el de Francina Armengol, tanto en conselleries como en direcciones insulares, advirtió a sus consellers y conselleras (su gobierno es paritario) que tendrán que trabajar «el triple» de lo que sería normal en «otras circunstancias», a la vez que les encargó que no pierdan el contacto con «la calle», «sin intermediarios» , y que apliquen el sentido común a su gestión.

Apuesta municipalista

Bajo la atenta mirada del president de Balears, José Ramón Bauzá (que asistió a la toma de posesión junto al presidente del Parlament, el alcalde de Palma y los portavoces de los grupos), Salom dibujó las líneas básicas de lo que será su gestión en estos cuatro años: no hubo ninguna apelación a conseguir mayores cuotas de autogobierno ni tampoco se reclamaron más competencias. Al contrario: el traspaso de las competencias que esperaba Armengol ha quedado paralizado y el nuevo organigrama, que se detalla en esta misma edición, es más parecido al de los consells anteriores a la etapa de Munar y Armengol. Salom inistió en el caracter municipalista de la corporación insular y destacó en varios momentos la necesidad de coordinarse con el Govern.

«Os pido que hagáis las cosas bien, con sentido común, con sensatez, cumpliendo la legalidad, siendo justos en las decisiones y que confiéis en los funcionarios públicos», afirmó.

Previamente, Salom se reunió con su antecesora, la socialista Armengol. Las cosas que se han hecho bien han de continuar haciéndose bien y mejorarlas» , dijo la presidenta insular tras el 'traspaso de poderes'