Algo más de un millar de personas han participado hoy en la manifestación convocada por UGT y CCOO que ha recorrido las principales calles de Palma. | Teresa Ayuga

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Los sindicatos UGT y CCOO concentraron a mil personas en la convocatoria conjunta de la manifestación del Día Internacional del Trabajo en Palma, 500 participantes menos que en 2010. En este sentido, los líderes sindicales lamentaron su escasa capacidad de movilización. De «increíble» calificó Lorenzo Bravo, secretario general de UGT Balears, que la gente no se «tire a la calle como hicimos en los 70, con la que está cayendo».

«Zapatero está más quemado que el palo de un churrero. En abril de 2010, el Gobierno cometió el mayor atentado contra los trabajadores de toda la historia de la democracia», afirmó Bravo. «La extrema derecha crece en Europa, el paro llega a los cinco millones y se ceba en los jóvenes, se recortan los derechos sociales... Hace falta una reflexión», remató Bravo, quien exigió un paro general en toda la UE.

«Esto no lo van a arreglar ni el PP ni el PSOE, esto lo arreglamos tomando la calle. Es hora de llamar a la rebeldía», dijo. «Balears cuenta con 144 mil parados más. Uno de cada cuatro personas en edad de trabajar no encuentra salida, un tercio más que hace un año. Éste es uno de los efectos perversos de la reforma laboral que ha impulsado un Gobierno sometido a los mercados, un Gobierno que no pinta nada», apostilló el líder de la UGT.

Corrupción

Katiana Vicens, secretaria general de CCOO en las Islas, dijo que las reformas impuestas por las directrices europeas simplemente «dan miedo». Vicens aseguró que un gobierno de izquierdas «no puede hacer políticas de derechas».

La dirigente arremetió contra el Banco de España y su presidente, Fernández Ordóñez, por la «bancarización» de las cajas de ahorros. «Como sindicato socio político no podemos permanecer indiferentes ante las elecciones del 22 de mayo y ante la vuelta de la derecha más corrupta de España. No podemos darle el futuro a la derecha», insistió Katiana Vicens.

Latente

«Indefensión», «desánimo»... fueron algunos términos que intentaron justificar la escasa participación en el 1 de Mayo y que para los sindicatos no mayoritarios es síntoma «latente» de que esto estallará, tarde o temprano, y los sindicatos «pagados por el Gobierno» no lo van a controlar porque «han perdido coherencia», dejaban caer miembros de USO, CGT, anarcosindicalistas y comunistas.

«No se puede firmar el pacto social y después promover una iniciativa legislativa popular para devolver al Parlamento español el debate de la reforma laboral. Todo es lo mismo. Hace falta un anarcosindicalismo, un sindicalismo de base», apuntó Nanda Hernández, de la CGT, que compartió parte del recorrido con los sindicatos mayoritarios.

Una jornada carente de unidad, falta de modelo sindical y de participación baja en un 1 de Mayo marcado por el paro como el problema prioritario del país.

Rosa María Alberdi, secretaria de Organización del PSIB-PSOE, afirmó estar «segura» de que Balears «crea trabajo» y se verá en los datos de abril que dará a conocer el Govern el 4 de mayo.

Fina Santiago, consellera de Afers Socials, lamentó el recorte presupuestario para las comunidades autónomas previsto en el plan de austeridad del Gobierno central.