El presidente de Convergència per les Illes y candidato a la presidencia del Govern, Josep Melià, durante la entrevista que mantuvo con Efe. | Montserrat T. Diez

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El presidente de Convergencia per les Illes y candidato a la presidencia del Govern, Josep Melia, confía en que «el voto oculto» a su partido que aflorará el 22 de mayo en los municipios en los que se presenta le permitirá entrar en el Parlament balear, según explica en una entrevista concedida a Efe.

«Tendremos representación en las principales instituciones, en el Parlament, en el Consell de Mallorca y en el Ayuntamiento de Palma», asegura Melia, que considera que «las encuestas no reflejan el voto oculto que tiene Convergencia per les Illes, que está muy relacionado con la estructura territorial de los ayuntamientos y las candidaturas municipales».

«Hay una parte de nuestro voto que no sale en las encuestas y que acabará aflorando el día de las elecciones», asegura el líder del partido regionalista, que presenta candidaturas en 40 municipios mallorquines.

A Meliá no le sorprende que los estudios de intención de voto recojan la posible mayoría absoluta del PP en Baleares porque «tradicionalmente» dicho partido «siempre está al borde de la mayoría absoluta» en las islas.

Del mismo modo, considera que las causas de corrupción abiertas en esta legislatura no repercutirán electoralmente en el PP. «Tradicionalmente la corrupción no ha castigado al PP; hace muchos años que ha habido casos como Bitel, Túnel de Sóller o Zous y Torcal y todos esos casos no han pasado factura al PP».

En cuanto a las que han afectado a la extinta Unió Mallorquina (UM), que él presidió hasta el 28 de febrero, Melia es tajante en su contestación: «Convergencia es un proyecto político nuevo».

Si el resultado de las elecciones sitúa a Convergencia ante una eventual negociación de un pacto para gobernar, Melia declara que se considera una persona abierta, con buena predisposición para reunirse con todos los partidos, pero que considera irrenunciable que sus ideas y su filosofía se vean reflejadas en la acción de gobierno.

«Las Islas Baleares necesitan un tercer espacio político alternativo al PP y al PSOE, centrista y moderado, que tenga como prioridad la defensa de los intereses de las islas porque se ha demostrado que ni uno ni otro tienen peso político para defender a esta tierra», asegura.

En opinión de Melia, la próxima legislatura estará marcada por la lucha contra la crisis económica y requerirá consolidar la industria turística mediante una reconversión de las zonas más deterioradas, así como afrontar «uno de los grandes retos» de las islas como es «eliminar las plazas obsoletas que están distorsionando el mercado porque están tirando los precios hacia abajo».

Melia admite que afrontar el problema de las plazas obsoletas, que solo en la Playa de Palma ya son 10.000, «no es fácil porque tiene implicaciones económicas, urbanísticas y hasta culturales» pero debe plantearse por tres vías: «el intercambio de aprovechamientos urbanísticos, el cambio de uso o la expropiación o compra forzosa».

CxI defiende también la conversión de parte de estas plazas hoteleras obsoletas en la fórmula mixta de los condoteles.

Otra clave de la legislatura, en opinión de Melia, será aprobar un nuevo Régimen Especial Balear (REB), compromiso estatutario en el que «en esta legislatura se ha fracasado estrepitosamente», según el líder nacionalista.

Melia recuerda que Baleares es la comunidad que más impuestos paga: «La aportación fiscal a las arcas del Estado por parte de Baleares alcanza el 14 % del PIB, cuando en Alemania más del 4 % está considerado anticonstitucional».

«Este drenaje fiscal nos está empobreciendo y nos está quitando competitividad, capacidad de invertir y de innovar y necesitamos arreglar ese problema», reclama Melia, para quien la reciente propuesta de REB anunciada por el PSIB supone «más de lo mismo» y ponen en evidencia que dicho partido «no entiende la problemática de fondo de las Islas Baleares».

En opinión de Melia, el nuevo REB debe tener en cuenta que la compensación de la insularidad es clave para la industria balear y además debería servir para solucionar la gestión descentralizada de los puertos y aeropuertos de las islas.

También la agricultura tiene cabida en el programa electoral de Melia que considera que este sector requiere que se simplifique la Administración y se agilicen las líneas de ayudas con fondos europeos y demanda además una atención específica y «no diluida en la macroconselleria de Presidencia».