Uno de los momentos álgidos de la jornada de ayer, el momento en que se exhibían las cartulinas con el lema de la convocatoria de la OCB. | Teresa Ayuga

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Algo más de mil, un millar largo de personas participaron ayer activamente en Palma en el momento álgido de la jornada promovida por la Obra Cultural Balear (OCB) con el lema 'Mallorca m'agrada' con la idea de promover y poner en valor que «Mallorca forma parte de un país» y que hay que hay que difundir su cultura, lengua, patrimonio e identidad.

El momento cumbre de la 'diada' festiva y reivindicativa de Palma, colofón de otras que se han celebrado anteriormente en otros lugares de la Isla, se ofició en la Plaça Major de la capital balear cuando centenares de personas levantaron al unísono pancartas con el lema central de la jornada, poco antes de la lectura del manifiesto y del discurso del presidente de la OCB, Jaume Mateu, que afirmó que «hemos vuelto a demostrar que tenemos nervio y musculatura suficiente para seguir construyendo ilusiones»

Desde hace tiempo, rostros populares de las Isla, han prestado su imagen a la campaña para decir 'Mallorca m'agrada'. Ayer, este mismo lema fue coreado en la Plaça Major. La presidenta del Consell de Mallorca, la socialista Francina Armengol, también se sumó a la jornada. Igual que representantes de PSM-Iniciativa, como su candidato al Consell, Joan Font, o de Covergencia per las Islas (CxI) como el número uno al Parlament, Josep Melià. La proximidad de las elecciones fue una excusa perfecta para que los políticos se dejaran ver entre el público que se sumó al evento.

Apoyo valenciano

Una representación de Acció Cultural del País Valencia, el equivalente en esa comunidad a la OCB, también se sumó a la conmemoración y la asumió como propia. Además de contar con un puesto reivindicativo en la plaza, su coordinador, también tomó la palabra durante el acto, un acto que concluyó con la interpretación de La Balanguera con acompañamiento de xeremiers. Y es que la música y el elemento lúdico tuvo una gran presencia en 'Diada'. Un desfile de xeremiers, caparrots, batucades, dimonis y bésties fue el prólogo a la parte más política del acto. Antes, y después, actuaciones musicales. Cucorba, Música Nostra, Tomeu Penya, Suasi y Gossa Sorda.

El buen tiempo acompañó la conmemoración. Paseantes, entre ellos mucho turista, y personas sentadas en los bares colaboraron a que la presencia de público fuera mayor. Una de las estatuas humanas de la plaza, caracterizada como 'sobrino de Drácula' con una estaca clavada, mantuvo su espacio. Parecía formar parte de la jornada... como si de una metáfora viva se tratase.