Rodríguez llega a la sede de UM ayer por la tarde.

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María José Rodríguez lideró ayer la rebelión de un grupo de militantes de UM que exigen la celebración de un Consell Nacional para el próximo lunes. El objetivo es que en dicha reunión se aclare el futuro de este partido político, que se encuentra en una situación indeterminada desde que la Fiscalía solicitó una fianza de 1,6 millones de euros a la formación política. Sin embargo, el juez que instruye el «caso Picnic» todavía no se ha pronunciado sobre dicha fianza.

Rodríguez y otros dirigentes, entre los cuales se encontraba Josep Lliteres, tuvieron que solicitar un empleado de la formación política que les abriese la sede.

Durante toda la mañana y toda la tarde, Rodríguez y otros militantes llamaron uno por uno a todos los miembros del Consell Nacional. «Hay que aclarar la situación, ver qué hacemos en el futuro», declaró Rodríguez.

UM está a la espera de una celebración de un congreso para su disolución, que aún no tiene fecha, pero los fiscales acosan a la todavía formación política desde que estalló el 'caso Picnic'. Rodríguez está convencida de que ningún juez puede imponer una fianza a UM y, por lo tanto, el partido sigue operativo. De hecho, UM podría presentarse a las elecciones y dispondría de subvenciones electorales por sus anteriores resultados y espacios electorales gratuitos. El Consell Nacional del lunes podría acordar incluso crear una gestora con el fin de reorganizar UM. La antigua cúpula de UM mostró su sorpresa ante la decisión de estos dirigentes, pero rechazó hacer comentarios.