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Dos acusados por la presunta estafa de 354.242 euros al grupo inmobiliario Kühn & Partner se han desvinculado de la trama que entre 1999 y 2001 habría urdido el ex director financiero de esta empresa y principal inculpado en este caso, Martín F.T., quien se encuentra en busca y captura y contra el cual la Fiscalía solicita un total de doce años de prisión. El Ministerio Público le atribuye haberse apropiado de esta cantidad a través de una sociedad creada expresamente para poner a nombre de ésta las cuentas corrientes en las que ingresaría el dinero defraudado.

Durante el juicio que, sin la presencia del ex responsable financiero, ha arrancado este martes ante el tribunal de la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Palma, tanto el padre de Martín F.T., Juan F.S., como la ex mujer de aquél, Ana María T.M., han asegurado desconocer de qué forma se articuló este presunto entramado y de dónde procedían los ingresos. Es más, ambos han negado tener en la actualidad relación alguna con el principal acusado de los hechos.

En su comparecencia ante el tribunal, presidido por el magistrado Eduardo Calderón, Juan F.S. ha recordado que los tres crearon en 1998 la sociedad Iots de Mallorca S.L. «con la que poder comprar una barquita para ir a pescar», de la que era titular en un 98 por ciento pese a que, «por mi edad», no tenía control alguno sobre ella. «No controlaba nada ni he percibido ningún beneficio de la sociedad», se ha apresurado a aseverar el inculpado, quien en todo momento ha asegurado «ignorar todo» en lo referente a los ingresos presuntamente irregulares.

A preguntas de la fiscal, Juan F.S., asistido al igual que Ana María T.M. por el letrado Eduardo Valdivia, ha manifestado incluso desconocer si su hijo, por aquella época, trabajaba para Kühn & Partner y si éste, valiéndose del puesto que tenía en el grupo empresarial y de común acuerdo con los otros dos acusados, se apropió del importe de los cheques y pagarés que le habían sido entregados y si los traspasó a Iots.

Por su parte, la ex mujer del ex responsable financiero ha expecificado que la sociedad se impulsó para el alquiler de charters de pesca «si el negocio iba bien tras la compra de una barca», pese que la empresa nunca tuvo actividad alguna, según recuerda. Además, pese a ser administradora de ésta, ha apuntado que no conocía las cuentas de la sociedad ya que «tenía plena confianza» en su ex marido, quien «decía que no podía tener cuentas corrientes a su nombre, desconozco por qué».

En esta misma línea, ha asegurado no saber de dónde venían los ingresos. La acusada ha explicado que la entidad «estaba embargada por todos lados» y a través de Iots adquirieron de forma sucesiva dos inmuebles en Pollença, uno de ellos mediante préstamo hipotecario.

Tras el interrogatorio de los acusados ha comparecido como testigo un trabajador de Kühn & Partner, quien ha señalado que en un momento determinado supo que faltaba dinero en la empresa «aunque no sé si era culpa de Martín», quien le comentó que «había montado una sociedad relacionada con la pesca». Finalmente, otro empleado que realizaba labores de jardinería para el grupo ha recordado que Martín F.T. le efectuaba los pagos mediante cheques aunque no le abonó el dinero cuando realizó la plantación de unas palmeras.

EL JUICIO SE REANUDA MAÑANA CON LA COMPARECENCIA DE MATTHIAS KüHN

El juicio se reanudará este miércoles, a partir de las 12.30 horas, con la comparecencia del administrador del grupo Matthias Kühn, querellante en esta causa y quien ejerce la acusación particular a través del abogado Rafael Perera.

En concreto, sobre Martín F.T. pesan los delitos de estafa agravada y continuada (por el que el Ministerio Público pide seis años de cárcel), apropiación indebida (un año y medio), alzamiento de bienes (un año y medio) y falsedad en documento oficial (tres años), mientras que para los otros dos acusados, Juan F.S. y Ana María T.M., la Fiscalía solicita la pena de cuatro años de prisión por un delito de estafa.

De forma paralela, la acusación pública reclama el pago a Kühn & Partner por parte de los tres imputados de la cantidad estafada en concepto de responsabilidad civil, mientras que en el caso concreto de Martín F.T., pide que indemnice al grupo empresarial por los perjuicios ocasionados tras apropiarse de un vehículo Audi, que le había sido cedido mientras trabajaba para la inmobiliaria y que no devolvió.