Imagen de la sede de Gesa-Endesa en Sant Joan de Déu. | JUAN MIGUEL GIMENEZ

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Gesa-Endesa afirma que empresas subcontratadas por otros comercializadores están «amenazando y coaccionado» a algunos de sus clientes con el objetivo de que cambien de compañía, según afirmó la empresa suministradora.

Estas supuestas «presiones» se producirían en campañas 'puerta a puerta' de captación de clientes, en el marco de la liberalización de la comercialización de energía.

Según informan fuentes del sector, algunas de estas subcontratas trabajan a comisión con los operadores a los que representan, de ahí que realicen prácticas comerciales «agresivas», especialmente entre colectivos vulnerables como son las personas mayores.

Ante esta situación, Gesa-Endesa recomienda a sus abonados a que no abran la puerta en este tipo de campañas, aún a riesgo de perjudicar a sus propios comerciales. Existen diferentes variantes en cuanto a las prácticas irregulares que han denunciado los abonados de Gesa-Endesa.

Una de estas prácticas consiste en que comerciales de otros operadores se hacen pasar por representantes de Endesa, con el objetivo de que el cliente firme el contrato.

Irregularidades

Los clientes también han denunciado que comerciales de otros operadores les han indicado que están obligados a firmar el contrato, porque de no hacerlo Gesa-Endesa les cortará el suministro. Para justificar esta amenaza, los comerciales indican a los clientes que están obligados a contratar una tarifa en el mercado libre. Cabe recordar que sólo están obligados a tener comercializador los abonados que tengan más de 10 kilovatios de potencia contratada.

Otros fraudes detectados consisten en que los comerciales aseguran a los clientes que no estarán obligados a instalar el ICP en caso de firmar con el operador al que representan.