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Esquerra (ERC-Illes) dejó sus cargos hace un año, coincidiendo con los primeros problemas judiciales que, meses más tarde, obligarían a la salida de UM del Govern, del Consell de Mallorca y de Cort. Ayer, el presidente de Esquerra, Joan Lladó, dijo que no se arrepentía, cargó contra el PSIB y denunció que «se han incumplido la mitad de los compromisos» suscritos en 2007 y que provocaron un vuelco institucional sin precedentes.


Lladó exhibió una copia del llamado 'Acuerdo para la estabilidad política y el futuro sostenible de les Illes Balears', que ese es el nombre oficial, y detalló los acuerdos que se habrían incumplido: nuevo proyecto de Régimen Especial Balear, creación de la policía autonómica, nueva línea de ferrocarril a Alcúdia, reforma de Son Dureta en lugar de construirlo en Son Espases, fomento de la lengua catalana, que quedaría fuera de los recortes, cogestión aeroportuaria, etc, etc.


No quieren sillas


El dirigente republicano afirmó que el PSIB actuaba como si gobernara en solitario y dijo que «no volveremos a dar apoyo a un grupo» que no asuma una serie de compromisos sociales y nacionales dispuestos a cumplir. Afirmó que «no apoyaremos a nadie a cambio de sillas y cargos».