Una delegación balear, con la ministra de Agricultura (primera por la izquierda) en Raixa.

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Raixa, la emblemática finca de Bunyola, propiedad durante siglos de la nobleza mallorquina y que ahora era gestionada conjuntamente por el Gobierno central y el Consell de Mallorca, está a punto de ser gestionada en exclusiva por el Consell de Mallorca, que decidirá sus usos y se encargará del cuidado y mantenimiento.

Ha sido una negociación sigilosa que mañana viernes se materializa con la firma de un convenio entre el Consell de Mallorca y la Fundación Biodiversidad, dependiente del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural, que lleva aparejado el traspaso al ante insular de 3 millones de euros para completar la reforma y hacerse cargo de los gastos.

Uso institucional

El presidente de la Fundación Biodiversidad, Josep Puxeu, se desplazará mañana a Mallorca para oficializar la cesión, por un plazo de cuarenta años prorrogables, lo que supone una cesión a perpetuidad. Por la noche, se celebrará una fiesta en Raixa, que incluirá un concierto de Maria del Mar Bonet.

El convenio establece que Raixa se dedicará al uso y disfrute de la ciudadanía y para proyectos relacionados con el medio ambiente, previsiblemente un centro de interpretación de la Serra. El Consell, además, dispondrá de la finca para usos institucionales.