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«Las próximas medidas que prepara el Gobierno no calmarán la situación. Habrá más movilizaciones», vaticinó ayer el delegado del Gobierno, Ramón socías, al referirse a las protestas que está generando el plan de ajuste económico.
Socías considera que «los ciudadanos han recibido el recorte a los funcionarios con simpatía», añadiendo que sobre su dimisión reclamada por los sindicatos se puede aplicar el dicho de que «contra el vicio de pedir está la virtud de no dar».
En opinión del delegado «hay momentos en los que todos tenemos que arrimar el hombro. Con 4'5 millones de parados no diré que los funcionarios son unos privilegiados, pero tienen un puesto de trabajo garantizado. Hay ciudadanos que están en una situación peor. Yo sólo pediría que no se trate de buscar rendimiento político de esta situación. No todo vale».
Críticas a UM
Ramón Socías respondió a las críticas de los alcaldes de UM -molestos con la imposibilidad de aumentar su endeudamiento- argumentando que «se han ahogado solos» y les recordó que «entre 2000 y 2004 ya se aplicó una norma muy similar».
Tras admitir la precipitación en la confección del decreto publicado en lunes en el BOE, Socías dijo que «la financiación municipal es el gran tema que ha quedado pendiente», aunque advirtió que, en su opinión, «los ayuntamientos han asumido competencias que no son suyas y en algunos casos han estirado más en brazo que la manga».
Las críticas a la política municipal de Socías -ex alcalde de Sóller- se extendieron a la «innecesaria contratación de personal». Desde su punto de vista «hay que reformar la Administración municipal».
Respecto al anuncio realizado por los alcaldes de Unió Mallorquina de que irían a la Delegación del Gobierno a entregar las llaves de sus respectivos ayuntamientos, Ramón Socías ironizó diciendo que «que las traigan», precisando que «las vamos a tratar con el máximo respeto institucional».
Socías recordó que los mismos alcaldes no expresaron ningún tipo de reticencias cuando se aplicaron medidas similares en el pasado.